. Son muchos o pocos jugadores, según se mire. El Unicaja mantiene su apuesta de afrontar la temporada con una plantilla de diez profesionales y dos canteranos. La idea puede ser más o menos popular, pero a día de hoy ese es el planteamiento de los gestores del club de Los Guindos, pero no así de su entrenador, Joan Plaza, que ya ha pedido al menos un fichaje más. En una temporada en la que la entidad se juega mantener su plaza en la Euroliga, con la reducción de licencias A anunciada, será el único de los cinco equipos españoles participantes en el torneo que disponga esta estructura.
Como ya se apuntó hace una semana, en el seno del Unicaja se vive un intenso debate sobre cómo cerrar el equipo. Plaza se ha posicionado y quiere un jugador más, hay quien apunta a que podrían ser hasta dos, eso explica que de momento la renovación de Maodo esté en punto muerto. Por su parte, el presidente, Eduardo García, insistió en esa apuesta por la cantera. Más allá de lo que pueda hacer el equipo en la Euroliga. El verdadero campo de batalla estará en la Liga ACB con el Laboral Kutxa y el Valencia. Los levantinos han vuelto a echar el resto y a día de hoy ya tienen doce fichas profesionales con un plantel renovado y de un nivel similar al que tan buen rendimiento le dio la campaña anterior.
Similar es el caso del Barcelona, en el que el exceso de jugadores ha sido un clásico en las últimas temporadas. Se da casi por segura la llegada del alemán Pleiss, con el que ya serían doce profesionales, además del prometedor Hezonja. Es previsible que Lorbek abandone el equipo, pero tampoco se descarta algún refuerzo más. En el Real Madrid, la situación es parecida. Ya tiene once jugadores con una amplia batería de exteriores y tiene un acuerdo con el base argentino Campazzo. Es previsible que el conjunto blanco haga incluso un movimiento más para potenciar el juego interior.
El último en discordia es el Laboral Kutxa, con una plantilla en plena reconstrucción. A día de hoy tiene diez jugadores en nómina, pero está activo en el mercado y es más que previsible que alcance las once fichas como mínimo, consciente también de lo que hay en juego.
Al margen de la cuestión numérica, está la conceptual y el uso que cada entrenador hace de los equipos. Plaza ha demostrado en la última temporada, que usa a todos sus jugadores y acepta las rotaciones largas, en parte por el intenso ritmo de juego que imprime a su equipo. Quizá por eso, el técnico insiste en la necesidad de tener un efectivo más, al margen de que los canteranos de los que dispondrán le gusten más o menos.