Piensen en alguna estrella que haya competido en el baloncesto europeo en la última década. Leyendas ya retiradas como Papaloukas, Bodiroga o el mítico Arvydas Sabonis; profesionales que ahora triunfan en la NBA tras su paso por el Viejo Continente, como Scola o Pekovic o jugadores en activo como Diamantidis, Navarro o Spanoulis. Solo por citar algunos de los que formarían un equipo de ensueño. Todos estos jugadores saben dónde está el Palacio de los Deportes de Málaga. Conocen sus vestuarios, sus canastas o el carácter de su afición. Todos han competido contra el Unicaja gracias a la Euroliga, la máxima competición continental, en la que el conjunto malagueño ha sido anfitrión durante 15 temporadas, incluida la presente.
La Euroliga vuelve esta noche a Málaga (20,45 horas, ante el Alba Berlín), algo que siempre es motivo de celebración. El Unicaja ha conseguido convertirse, con constancia, en uno de los clubes clásicos de esta Liga que reúne a los mejores equipos del mundo fuera de la NBA. Que el Unicaja esté en la Euroliga es un privilegio para sus aficionados, para la ciudad y en general para el baloncesto español. Y está en riesgo. La competición europea quiere reducir una de las cuatro licencias A que hay para equipos españoles (Real Madrid, Barcelona, Unicaja y Laboral Kutxa) y es evidente que el club de Los Guindos está en el punto de mira. El examen al final de la temporada se aprobará si se hacen los deberes en el aspecto deportivo, pero también si se cumplen requisitos como cerrar un contrato televisivo o registrar una asistencia media de público elevada.
Un rival también en racha
Las cifras de aficionados en el Palacio en los partidos de Euroliga serán esta temporada más importantes que nunca. Por eso la continua llamada desde el club y especialmente por parte de Joan Plaza de acudir a los encuentros como el de hoy ante el Alba Berlín. El conjunto alemán no tiene el nombre o las estrellas del CSKA o el Maccabi, pero es un serio rival que medirá el estado de forma real del Unicaja, después de cuatro victorias consecutivas. El pujante baloncesto alemán ha llegado a la Euroliga para quedarse (hay presupuestos, estructuras y una liga doméstica cada vez más fuerte) y será importante que el Unicaja pueda demostrar que está por encima del equipo de la capital alemana. El conjunto que entrena el serbio Sasa Obradovic es el actual líder de la Bundesliga, con cinco victorias y ninguna derrota. Empezó la temporada venciendo a su principal rival, el Bayern de Stimac o Savanovic; antes en pretemporada dio la campana superando al vigente campeón de la NBA, los San Antonio Spurs, con una canasta en el último segundo de Jamel McLean que dio la vuelta al mundo.
El Alba fue apabullado por el CSKA en la jornada inaugural (68-84), por lo que tendrán prisa por sumar la primera victoria. Por su parte, el conjunto ruso sigue intratable ya que ayer pasó por encima del Maccabi (99-88) en el duelo entre los dos grandes favoritos del grupo del Unicaja. Con el arbitraje del malagueño Hierrezuelo, el CSKA sumó su segunda victoria con Teodosic, Weems y Kaun como hombres más destacados.