Malaga CF

El Unicaja, de rebote

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Kuzminskas, en una jugada del partido / Afp

  • Perdió ante el Limoges 67-64 después de ir ganando por 20 puntos, pero pasa al 'Top 16' por la derrota del Alba Berlín en Tel Aviv

Lo tuvo en la mano, pero el Unicaja lo dejó escapar. El equipo malagueño no pudo confirmar por méritos propios su presencia en la siguiente fase de la Euroliga al caer derrotado ante el Limoges por 67-64. Sin embargo, la victoria del Maccabi frente al Alba de Berlín le da el pase a la siguiente fase de la Euroliga. Lo llamativo es que el Unicaja llegó a ir ganando por 20 puntos, pero se vio superado por la intensidad de un rival que sí creyó en la victoria.

Esta vez al equipo malagueño no le hizo falta calentar motores, pese a que la temperatura que se encontró en Limoges no tenía la calidez de la de Málaga. La puesta en escena fue la que requería la situación. Sólida, sin fisuras y lanzando un mensaje directo y claro al rival: venimos a ganar. Un triple en la primera acción, varios tapones de Fran Vázquez y una defensa casi impenetrable desconcertaron al líder de la Liga francesa.

De poco le sirvió al técnico local un temprano tiempo muerto. Nada varió. El dominio de Vázquez en los dos lados del campo fue incontestable. Cuando se sentó sumaba una estadística impoluta de 5 puntos, 3 rebotes y 2 tapones para 13 de valoración. Increíble. A esas altura del partido, el Unicaja dominaba 6-15 y el primer cuarto se cerró con un demoledor 8-17.

El Limoges estaba absolutamente noqueado ante la actividad de la defensa malagueña que defendió con intensidad las líneas de pase en cada ataque rival. Un par de robos al comienzo del último cuarto lanzaron más todavía al Unicaja. Golubovic recogió el testigo de Vázquez en el juego interior y colocó a su equipo 8-23. El Limoges tardó cuatro minutos en lograr una canasta, pero eso no impidió que la renta malagueña alcanzase los 20 puntos cuatro minutos antes del descanso (12-32).

El técnico del equipo francés Jean-Marc Dupraz se vio obligado a tomar medidas de urgencia. Puso a su equipo a defender en zona y eso creó los primeros problemas al Unicaja que en cuatro minutos solo fue capaz de anotar cuatro puntos. No es que el Limoges estuviese especialmente espléndido, pero al menos logró frenar la exhibición del Unicaja y llegó al descanso un poco más cerca del conjunto cajista (21-34).

El ajuste defensivo del Limoges tuvo continuidad tras la reanudación y el partido dio un vuelco. El conjunto francés encontró las dos armas para plantar cara al Unicaja. Primero mantuvo su actividad defensiva, y de vez en cuando sacó a relucir de nuevo la zona. Por otro lado, apareció Batista. El pivot brasileño le hizo un auténtico roto a la defensa malagueña. Reboteando, ganando bien la posición y superando una y otra vez a los pívots cajistas. Diez puntos suyos permitieron que su equipo empatase el partido en el minuto 28. Solo algunas canastas de Toolson y el buen trabajo de Stefansson y Suárez impidió la remontada local. El tercer cuarto, que fue un desastre por parte del equipo malagueño se cerró con 43-46.

Juego alocado

El problema fue que el Unicaja se contagió del juego alocado del equipo francés y los primeros minutos del último cuarto fueron una auténtica locura. Boungou-Colo confirmó la remontada al culminar con un mate un contragolpe del Francés (47-46). El Unicaja estaba noqueado y con un preocupante 4-24 en triples. Y fueron precisamente dos triples de Green y Toolson los que dieron aire al Unicaja. Esto no paró al Limoges que olió la sangre y se lanzó a degüello. Por si fuera poco, se encontró con varios regalos del Unicaja. Los triples de Smith fueron mortales para el equipo cajista que a falta de un minuto perdía 63-61. Quedaban 49 segundos y el equipo malagueño ya lo tenía todo en contra. Aunque un triple de Toolson hizo soñar con el milagro, dos tiros libres de Boungou-Colo, sentenciaron. El Unicaja confirmó así su transformación con un final horrendo, tras una primera parte brillante.