El Unicaja cerró este jueves su participación en la fase regular de la Euroliga con una derrota en la cancha del Maccabi (81-73), la cuarta consecutiva. La buena noticia es que el conjunto malagueño tenía ya garantizada su presencia en el ‘Top 16’, lo que hizo que el encuentro en Israel tuviera menos tensión de la habitual. El cuadro malagueño tendrá que esperar al resultado de este viernes entre el Alba Berlín-Cedevita para conocer en qué grupo competirá en la segunda fase . Si el Alba gana en casa, lo más probable, el Unicaja pasaría como cuarto de grupo y volverá a encontrarse con el Maccabi.
El Unicaja se vio superado por un Maccabi que jugó a una velocidad vertiginosa, con excepcional Pargo y un incisivo Devin Smith. Aún así, el conjunto malagueño aguantó bien las acometidas de los locales y no se fue del partido en ningún momento, aunque en la recta final encajó demasiados puntos. Tampoco ayudaron las lesiones de Vasileiadis y Thomas, que apenas pudieron ayudar a sus compañeros.
Si había alguna duda de la tensión con la que el Maccabi iba a afrontar un partido en el que no se jugaba nada, se disipó en los primeros minutos. El conjunto israelí salió a por todas desde el principio y pronto se notó en el marcador. En menos de dos minutos, los locales ya ganaban por 10-0. El Unicaja aún no le había dado tiempo a ubicarse en la pista y encajaba canasta tras canasta, ya sea en transición rápida o desde el triple, con Smith muy acertado.
El cuadro de Plaza se mostraba errático, con muchos fallo. Al equipo malagueño no le entraba nada. Kuzminskas no acertaba en acertar en un contraataque claro y Thomas ni siquiera tocaba aro en un tiro de media distancia. Con 14-0, el Unicaja anotó su primera canasta tras cuatro minutos y medio de juego. Tuvo que ser Toolson, que entró en lugar de Vasileiadis que se tuvo que retirar lesionado, con un triple desde la esquina.
El Maccabi sumaba más amenazas en ataque con la entrada de Haynes y especialmente de Schortsanitis. El gigante de 2,06 y más de 150 kilos (su peso real es una incógnita) se hacía un hueco con facilidad en la zona desplazando a Vázquez. Con Toolson y Suárez, el Unicaja mejoró en ataque y redujo diferentes (26-22). Con un inicio de partido tan malo, tenía mérito que el conjunto malagueño estuviera tan cerca en el marcador. En el segundo cuarto el Unicaja incluso consiguió ponerse por delante tras los triples de Granger y Stefansson, pero el conjunto israelí seguía teniendo la iniciativa del encuentro (41-37 al descanso).
La rapidez del Maccabi
Tras la reanudación, el Maccabi corrió más aún para lograr transiciones rápidas. Con un juego exterior lleno de hombres pequeños, los locales conseguían montar contragolpes con una facilidad pasmosa y los visitantes no lograban equilibrar el balande defensivo. Pargo dio una lección de buen juego, con sus cambios de dirección, sus pases y sus penetraciones. Su rapidez y su potente salto eran suficientes para superar a Toolson o a cualquier otro defensor. Un parcial de 13-2 puso contra las cuerdas a los hombres de Plaza. El conjunto local lo anotaba todo desde cerca del aro, parecía que iba a romper el partido. Dos triples seguidos de Markovic y Granger metían de nuevo al Unicaja (58-54). El conjunto malagueño se agarraba con uñas y dientes al partido. Plaza optaba por darle minutos a Stefansson para tratar de frenar a Pargo y ponía a Suárez de ‘4’ junto a Golubovic. El problema era que el perímetro local seguía funcionando a la perfección y entre Pargo y Landesberg complicaban el partido a los visitantes. Cinco puntos seguidos de Stefansson ponían al Unicaja a dos (66-64) a falta de cinco minutos, pero ahí el Maccabi ya decidió sentenciar. Con Soluade en pista para darle descanso a Markovic y Granger, Pargo volvió a jugar a su antojo y dos triples seguidos de Smith terminaron de matar el encuentro (81-73).