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El Unicaja, campeón de invierno de la ACB

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El Unicaja supo superar sus recientes problemas físicos y ganar / Álvaro Cabrera

  • Se sobrepone a sus problemas físicos para lograr un convincente triunfo ante el Bilbao (86-74)

El Unicaja logró proclamarse esta tarde campeón de invierno de la Liga ACB al derrotar al Bilbao (86-74). Es la primera vez que el club de Los Guindos consigue este particular galardón en toda su historia. El equipo malagueño se sobrepuso a los problemas físicos que ha tenido durante toda la semana para derrotar al conjunto vasco de forma convincente en una buena segunda parte en la que tuvo momentos de gran brillantez. Carlos Suárez, Toolson y Kuzminskas fueron los jugadores más destacados del conjunto que dirige Joan Plaza, que sigue una semana más en lo más alto de la clasificación.

La puesta en escena del Unicaja fue la de un equipo dispuesto a dejar a un lado las dudas que lo han rodeado en las últimas semanas y que tienen su origen en las numerosas lesiones y el cansancio. Un juego directo, fácil y efectivo permitió al equipo malagueño situarse 8-3 con una anotación liderada por Kuzminskas. Sin embargo, el planteamiento cajista fue incompleto porque se olvidó de la otra parte del guión.

El Bilbao se sostiene sobre unos pilares muy conocidos: Colom, Mumbrú y, de vez en cuando Raúl López. Los dos primeros los que sostuvieron a su equipo y entre ambos sumaron 15 de los 22 puntos que logró el Bilbao en el primer cuarto. El escolta dividió a su antojo la defensa malagueña bien para anotar o generar segundas opciones para sus compañeros, y el alero firmó un par de triples de esos lejanos que acostumbra. El Unicaja pasó de controlar el partido con un sensacional Toolson, que firmó 9 puntos seguidos, a cerrar el cuarto perdiendo después de encajar un parcial de 0-9.

No contó con Gabriel

La decisión de Sito Alonso, de no contar con Germán Gabriel, agrabó los problemas del Bilbao. La situación del malagueño es tan incomprensible como injusta en el conjunto vasco. Es evidente que los problemas de impagos condicionan el hecho de que su entrenador no lo utilice. Sin Germán, la rotación del banquillo visitante estaba en clara inferioridad a la del Unicaja. La sorpresa fue quiénes lideraron el despegue local. Stefansson le dio un descanso a Granger y esta vez fue un descanso de calidad. El islandés no se complicó y en lugar de perderse en el bote, buscó con insistencia de forma directa la canasta del Bilbao. Con un juego más directo, el Unicaja se disparó en el marcador. Primero 27-22 y luego 34-26 a los 16 minutos. El control del rebote por parte de Suaréz, también lúcido en ataque, dio al Unicaja la máxima renta del partido (41-30, min.18.30). El regreso de Colom y Mumbrú dio un respiro al conjunto visitante antes de la segunda parte (41-34).

El Unicaja pareció querer cerrar el partido lo antes posible y tras la reanudación firmó seis minutos de un nivel defensivo sobresaliente. Perfectamente pertrechado debajo de su aro, el equipo malagueño pudo correr varios contragolpes y desarboló al Bilbao que en el minuto 27 perdía por 16 puntos (59-43). El Bilbao reaccionó con una defensa zonal que al principio fue un desastre permitiendo al Unicaja anotar tras coger varios rebotes defensivos. Plaza dio descanso a Granger y Suárez y esto fue lo que realmente permitió que el conjunto vasco volviese a meterse en el partido con dos triples y un parcial de 0-8 (59-51). El técnico barcelonés devolvió a ambos a la pista y el efecto fue inmediato, especialmente por la intensidad de Suárez, desbordante ayer y que parecía estar en todas las partes del campo. Cinco puntos seguidos del madrileño sirvieron para cerrar el tercer cuarto y frenar la reacción visitante (64-53, min.30).

Dos minutos excepcionales

El Bilbao, que hasta ese momento nunca se había mantenido en el partido, ya no pudo aguantar la siguiente oleada del Unicaja, que liquidó el partido en dos minutos realmente brillantes en los que Golubovic y Kuzminskas pusieron a su equipo 20 puntos arriba (73-53). De ahí al final, el Bilbao se desmoronó y Plaza dosificó a los suyos pensando en los próximos partidos.