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El Unicaja llega líder a la Copa

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/ EFE

  • Se sobrepuso a un juego irregular para doblegar a un buen Gipuzkoa

El Unicaja llegará líder a la Copa del Rey que el próximo jueves comienza en Las Palmas. Es lo mejor que se puede extraer del partido que hoy disputó frente al Gipuzkoa (72-76), ante el que sufrió muchísimo. No fue un buen encuentro del equipo de Plaza, con demasiados altibajos y malos porcentajes en los lanzamientos. Por suerte, el acierto llegó en el momento clave, en el último cuarto, en el que los triples sí entraron y Toolson decidió desde la línea de personal.

La baja de Doblas en el calentamiento fue perfectamente aprovechada por el Unicaja para castigar de forma insistente a su rival dentro de la zona. No fue una sorpresa que mandase en las posiciones interiores, lo que sí pilló a todo el mundo con el paso cambiado fue la eficacia de Golubovic. El montenegrino era una máquina de meter canastas, siempre precedidas por un buen pase (7-18). Después de siete minutos de partido, Golubovic había anotado 14 de los 18 puntos del equipo malagueño, que además no daba facilidades en defensa.

Ponsarnau paró el partido. “Nos está matando”, se escuchó en el tiempo muerto del catalán en referencia a Golubovic, y ordenó más actividad defensiva a su equipo, lo que unido a la entrada en escena de la rotación del banquillo malagueño, permitió al Guipuzkoa meterse en la pelea. Un parcial de 8-0 cerró el primer cuarto con el Unicaja fallando varias canastas fáciles (15-18).

La tendencia al alza de los locales y a la baja por parte del equipo de Plaza se mantuvo. El equipo cajista continuó buscando a sus hombres altos, que ya no tenían espacios. Tiros complicados y balones perdidos provocaron un atasco en ataque, porque además estuvo negado desde la línea de tres puntos (1/10 en la primera parte). Desde aquel contundente 7-18, el Unicaja encajó un parcial de 24-5 que llevó al Gipuzkoa a ganar por 31-25 haciendo un buen baloncesto perfectamente conducido por Jordan. El clásico bajón del equipo de Plaza había llegado, fruto de malas decisiones y pésimos porcentajes. El técnico pidió un tiempo, que como es lógico no fue nada cordial y le puso las pilas a su equipo, que reaccionó y enmendó las cosas antes del descanso. La última canasta de la primera parte fue un triple de Granger (38-34), el único del Unicaja en 20 minutos.

Más presión a todo el campo fue el movimiento del Unicaja para tratar de reactivarse y recuperar algunas de las señas de identidad de su juego, pero ni por esas. El equipo se atascaba en los ataques posicionales, incapaz de hacer llegar balones a Golubovic o Fran, mientras que en los triples continuaba la sangría 2/14 a los 27 minutos (45-41). La desventaja no era grande, lo preocupante era el juego del equipo malagueño, carente de lógica. Un par de buenas canasta de Green le permitieron enjugar la renta local y llegar al último cuarto con todo por decidir (50-49).

La puesta en escena del Unicaja en el último acto no tuvo nada que ver con lo anterior, principalmente porque llegó el ansiado acierto desde la línea de tres puntos. Tres triples de Vasileiadis (2) y Kuzminskas impulsaron un parcial de 5-13. Fueron los mejores momentos de un Unicaja en el que afloraba el talento, especialmente del alero lituano que fue clave (55-62, min 35).

Pero no remató el partido el equipo de Plaza, que con tres pérdidas seguidas y una obsesión por los triples que ya no entraban, dio vida a su rival a falta de 1:47 para el final (65-66). La entrada de Granger, Vázquez y Toolson fue determinante. El primero desatascó el ataque, el segundo intimidó y el último decidió con su puntería desde la línea de personal. El escolta logró seis aciertos consecutivos que hicieron inútil la digna pelea del Gipuzkoa.