Una vez cerrada la vigésima primera jornada de la temporada en la Euroliga, el Unicaja aparece en el último lugar del grupo F, la misma posición que el conjunto turco del Galatasaray ocupa en el E. El cuadro malagueño, que esta temporada ha batido todos sus registros en la Liga ACB, en la que permanece invicto como local y que lideró durante tres meses, es junto al turco el peor de la Euroliga.
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La derrota ante el CSKA del jueves dejó al equipo que dirige Joan Plaza sin opción alguna de clasificarse, en una temporada realmente aciaga en el torneo europeo en la que, todo hay que decirlo, la suerte no ha estado de su lado. El balance es contundente: 15 derrotas y 6 victorias. Solo dos triunfos en once jornadas en la segunda fase han pesado como un yunque en las aspiraciones de alcanzar los cuartos de final de la competición.
En términos globales e históricos, el actual registro es ya el peor de toda la trayectoria europea (Liga Europea, Korac y Euroliga) del conjunto cajista. Nunca perdió tantos partidos como esta campaña, aunque hay que puntualizar que solo se compite bajo el actual formato desde hace tres temporadas y que Jasmin Repesa se encargó de inaugurar. El registro del equipo entrenado por el técnico croata parece complicado de igualar, pues es el mejor de la historia del Unicaja, con quince triunfos en 24 partidos, siete de ellos en el ‘Top 16’. La temporada anterior, ya con Plaza a las órdenes del equipo, el Unicaja perdió 13 encuentros. Los números indica que la competición europea es la asignatura pendiente de la etapa del técnico barcelonés en el banquillo malagueño.
Con tres jornadas todavía por delante (frente a Fenerbahçe, Nizhny Novgorod y Laboral Kutxa), el conjunto cajista tiene la posibilidad de maquillar este balance o de empeorarlo, pues los rivales no le van a dar facilidades.
Al margen de competir, algo que siempre ha hecho pese a sus limitaciones, como demostró ante el CSKA, el objetivo hasta que acabe la Euroliga será evitar la última posición o al menos lograr un mejor balance que el Galatasaray. En el caso del conjunto turco, también conviene apuntar que se encuentra en descomposición. Desde que acabó la temporada ha ido perdiendo jugadores por la falta de pago. El base puertorriqueño Carlos Arroyo ha sido el último en abandonar el equipo. Sus últimos encuentros se cuentan por palizas y está ofreciendo una imagen muy triste, todo lo contrario que el Unicaja.