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El triple de Ansley: la crónica de un partido histórico

El triple de Ansley: la crónica de un partido histórico
/ SUR
  • Con motivo del 20 aniversario del subcampeonato del Unicaja, recuperamos la crónica que escribió Paco Rengel en SUR de aquel cuarto partido de la final contra el Barcelona

El Barca aparca el sueño del Unicaja

Ansley falló un lanzamiento triple a cuatro segundos del final y la eliminatoria queda empatada (2-2)

El destino y Ferrán Martínez tomaron ayer la decisión de que el Unicaja sea sometido a una nueva prueba de madurez para ganar la Liga. En otro extraordinario partido de baloncesto —de los de guardar para siempre— la suerte en esta ocasión no se alió con el Unicaja. Si ya el martes se vio que el Barcelona estaba «tocado» por una varita mágica con aquellos increíbles encestes triples, ayer se volvió a demostrar que la fortuna no está con los hombres de Imbroda.

Cuando faltaban doce segundos para la conclusión del partido y todo estaba supeditado a que en él se resolviera la contienda en una última jugada, Ansley se quedó sólo con el balón. El nortamericano se mostró seguro. Con Middleton delante no se podía adivinar si iba a intentar el empate --el marcador señalaba un 77-79— o iba a forzar el triple. Apostó por la ambición,por ser campeón: a cuatro segundos el balón salió de sus manos y la diosa fortuna no pudo evitar que golpeara el aro. Fue como un golpe duro en los corazones de Málaga.

Aún quedaba tiempo para el «milagro» porque a dos segundos para el final, Crowder se colocaba en la línea de tiros libres y sólo encestaba uno (77-80). Middleton estuvo hábil y cometió falta a Ansley. Quedaban tres décimas de segundo. La solución del sueño no pudo llegar, porque el norteamericano erró su primer tiro libre y no dio opción al empate.

Tremendo. Pero aún queda eliminatoria. El Unicaja estará sometido a una presión impresionante en el Palau Blaugrana el domingo. Lástima que una de las mejores finales de la Liga de todos los tiempos haya tomado un rumbo incierto en sus últimos compases por culpa de unas desafortunadísimas declaraciones de Aíto García Reneses, técnico azulgrana.

En el primer tiempo el Barcelona llevó las riendas del partido, pero eso sólo le sirvió para alcanzar poco antes del minuto quince su máxima renta (26-34). El Unicaja sabía lo que se jugaba en el choque y sus jugadores no se cohibieron por ese dominio azulgrana, que llegó gracias a dos encestres triples consecutivos de Ferrán Martínez, uno de los jugadores que tuvieron menos protagonismo en los dos primeros partidos de la eliminatoria.

Imbroda, en un momento de las fianles ante el Barcelona

Imbroda, en un momento de las fianles ante el Barcelona

Imbroda tampoco se amedrentó y dio descanso a sus jugadores clave. No le importaba la ventaja azulgrana. Su equipo funcionaba casi perfecto, porque la defensa creaba numerosos problemas al Barcelona y el ataque, en ningún momento, fue una locura. El melillense movió sus peones con maestría y aunque el Barcelona dominaba (6-11,26-31 y 32-36) nunca dio la impresión de que el dominio era real.

Michael Ansley, el «hombre de hielo» del Unicaja, ese jugador especializado en encestar en momentos peliagudos. Ayer consideró que el momento era más largo de la cuenta, de ahí que su concentración fuera máxima desde el primer segundo. Su labor ofensiva, todo un recital, no sólo rompió el esquema defensivo azulgrana, sino que cargó con tres faltas a Middleton, el jugador menos eficaz en partidos determinantes. El ala-pívot «cajista » resolvió los «atascos» del ataque local con sus característicasfintas y su muñeca diabólica. Anotó doce puntos sin error y se fue al vestuario con dieciocho.

Babkov también se mostró inspirado y resolvió con maestría los uno contra uno. Ruiz empezó a echar una mano importante en esa faceta en la recta del primer periodo. El Barcelona, con Ferrán inspiradísimo y Jiménez aprovechándose de la baja estatura de sus oponentes, dominó la situación, pero comprobó que al Unicaja no le temblaba el pulso en el partido que podía ser definitivo. Crowder, excelente al principio, fue otro de los principales baluartes del controverdido Aíto García Reneses. En la segunda parte, con ambos equipos en defensa al hombre, el comienzo de Unicaja fue espectacular.Un triple de Ansley y un «mate» de Babkov hacían soñar a todos los malagueños (44-39). Era un triple posterior de Gabi Ruiz quien ponía la máxima renta para los locales poco después (47-41). Pero el Barcelona empezó a funcionar como una máquina demoledora.A trece minutos para el final, con 49-50, Imbroda pedía tiempo muerto. La defensa azulgrana era extraordinaria y Miller seguía apagado porque no le llegaba el balón.

El público se volcó con el conjunto malagueño

El público se volcó con el conjunto malagueño / SUR

Era mucho más difícil abrir huecos. Todo dependía de genialidades individuales y el tarro de las esencias estaba abierto. Pero fue Ferrán Martínez quien obligó a Unicaja a jugar con una cuesta muy arriba: 58-68 a cinco minutos para el final. Babkov parecía imponer su habilidad ante Crowder a la hora de botar el balón, Ansley seguía creando verdaderos quebraderos de cabeza a Middleton. Pero era el gigante azulgrana quien «cortaba el bacalao» a la hora de la verdad.

Ayer ni siquiera le hizo falta ese coraje que muchas veces se le echa en falta. Su calidad y su extraordinara muñeca rompieron al Unicaja. Fernández no era el de otras tardes y sólo Crowder ayudaba, sobre todo con triples oportunísimos al gran Ferrán de ayer. El conjunto de Imbroda recordó su capacidad de entrega y combatividad y regaló a media España una reacción colosal. Rodríguez puso el 77-79 a cuarenta segundos para el final. Diez falló dos tiros libres y dio lugar a la postrera jugada del triple de Ansley. El «hombre de hielo» demostró su condición humana y empezó a preparase para el definitivo partido del domingo, el del Palau Blaugrana.

Mientras tanto, los aficionados no dejaban de animar a sus jugadores. Era espectacular ver a más de A pesar de que el Barcelona cobró una renta decisiva a cinco minutos del final, el Unicaja reaccionó cuatro mil personas coreando el nombre del equipo perdedor. Ante tal entrega por parte de unos seguidores que no lloraron, los «cajistas» no tuvieron más remedio que salir a saludar. Se estaba preparando el quinto y definitivo encuentro. Allí quedará decidido el título.

El triple de Ansley: la crónica de un partido histórico

El Unicaja tiene tantas opciones como al principio. Aíto García Reneses puede seguir diciendo barbaridades, el médico también puede tambalearse ante la tensión de la eliminatoria, pero en el Palau Blaugrana quienes tendrán la última palabra serán los jugadores. Desde los micrófonos no se suelen ganar partidos. Ayer quedó demostrado. El arbitraje fue bueno, con errores porque siempre se producen, pero Víctor Mas y De la Maza demostraron ayer que, al menos, el baloncesto español ha avanzado. Aíto fue el primer técnico que introdujo en España el tercer hombre alto, y también fue pionero en condicionar encuentros decisivos con declaraciones.

Ahora, al menos, el baloncesto puede tener la tranquilidad que a la hora de sus elucubraciones, nadie se inquieta y se ve condicionado.