Malaga CF
Plaza, el pasado martes tras el anuncio de su renovación.
Plaza, el pasado martes tras el anuncio de su renovación. / FRANCIS SILVA

El particular verano de Plaza

  • Aumentó su implicación en la planificación e incluso viajó a Alemania para convencer a John Bryant

  • Marcó cada objetivo prioritario y cerró las operaciones con su clásica llamada, aunque con algunos también se reunió de forma personal

«Estoy contento con la plantilla que hemos conformado». La frase la pronunció Joan Plaza el jueves cuando pasó revista a la actualidad del Unicaja tras firmar su renovación hasta 2018. El técnico respondía a la clásica pregunta de si el equipo se ajustaba a las peticiones que realizó a la directiva. La conformidad del preparador barcelonés era lógica, pues posiblemente este verano ha sido el de mayor implicación suya en la planificación.

Siendo justos a la hora de analizar cómo el técnico ha ido marcando cada objetivo que se quería fichar, habría que remontarse casi a la mitad de la campaña anterior, cuando quedó encantado con Jamar Smith y ordenó su seguimiento y posterior contratación. Plaza tiene depositadas muchas esperanzas en el alero estadounidense de 28 años al que los responsables de la parcela técnica siguieron con atención durante meses.

Muy parecido es el caso con Edwin Jackson, también atado con mucha antelación. Aunque hubo que esperar hasta julio para cerrar su fichaje, el compromiso quedó sellado en el mes de abril. El jugador reconoce que no dijo nada por respeto al Barcelona.

Llegado el periodo crucial de la planificación una vez finalizada la temporada, el detalle más claro de la implicación del técnico en la construcción del equipo llegó con el intento por fichar al pívot estadounidense John Bryant. El interés del Unicaja en el jugador, desvelado por SUR era enorme. Plaza consideraba a Bryant un jugador clave para la idea de juego que tenía en la cabeza para esta temporada. Un pívot capaz de ofrecer muchas soluciones en el juego de ataque en estático.

La oferta del Unicaja se quedaba lejos de lo que el jugador percibía en el Bayern de Múnich y el técnico pidió que se le hiciese una segunda dentro de las posibilidades del club. Plaza quería a Bryant a toda costa, así que dio el paso clave para mostrarle al pívot su interés. A finales del mes de junio y apurando sus últimos días en Málaga, el entrenador del Unicaja hizo un viaje relámpago a Alemania para entrevistarse en persona con el jugador.

Según se apuntó en su día, el encuentro fue muy positivo y Bryant quedó encantado con el gesto de Joan Plaza, que le transmitió el rol protagonista que tendría en el equipo. Sin embargo, la segunda propuesta económica del Unicaja se quedaba todavía lejos de los emolumentos del pívot, que acabó renovando con el Bayern Múnich. Este tipo de viajes para convencer a jugadores no son nuevos, pues así se gestionaron los fichajes de Luka Zoric o Tremmell Darden, por ejemplo, en el pasado, lo llamativo es que viajase el entrenador.

Hay un detalle que marca el cierre de un fichaje por parte del Unicaja, y es la llamada de Joan Plaza al jugador elegido. La han recibido todos los jugadores de la plantilla, incluso antes de que la operación culminase, pues a veces el entrenador contacta con el jugador para convencerlo en caso de que tenga dudas. Sucedió en su día con Carlos Suárez, reclutado cuando iba camino de Italia para firmar con el Siena.

Esto fue lo que ocurrió también con Mavrokefalidis, segundo en la lista de preferencias del Unicaja para el puesto de ‘cinco’, y al que el club le hizo una oferta por dos temporadas. El jugador tenía algunas dudas y entonces se recurrió a Plaza para que terminase de convencerlo. El problema es que cuando SUR avanzó la negociación, el griego empezó a recibir llamadas de medios españoles y de su país, así que optó por no responder. Sin embargo, una de esas llamadas era la de Plaza, que no encontró respuesta de Mavrokefalidis. Fueron momentos de dudas y cierta confusión, es más, el pívot aceptó fichar por el Unicaja, que ya había abierto la negociación por Marko Todorovic.

Pero Plaza ha tenido más trabajo. A finales de julio también aprovechó su estancia en Barcelona para mantener una larga reunión con Edwin Jackson, para explicarle lo que quería de él. Un encuentro de dos horas en el que le expuso que quería aprovechar su energía para elevar el potencial físico del equipo. Con Dani Díez se repitió el cara a cara, aunque en Madrid. Allí le dejó claro al joven que lo piensa utilizar como escolta de forma habitual.