Han podido ver algunos partidos por televisión y, los más afortunados, en directo. También han disfrutado del éxito de la selección española en el Eurobasket y del buen papel de los internacionales. Pero los seguidores del Unicaja llevan casi cuatro meses sin poder acudir al Palacio de los Deportes a ver a su equipo y eso es sin duda demasiado tiempo. Este viernes, 112 días después del último partido como local, vuelve el baloncesto al pabellón malagueño y lo hace de la mejor forma que podía hacerlo: con las gradas del recinto repletas, un título en juego y contra el mejor equipo de Europa e incluso del baloncesto FIBA, tras conquistar la Copa Intercontinental.
El debut del Unicaja 2015-2016 ante el Real Madrid en las semifinales de la Supercopa (viernes, 21.30 horas, en directo por Teledeporte) es el estreno soñado para el nuevo proyecto de Plaza y su afición. La máxima dificultad del rival añade interés a un partido sobre el que se ha volcado el equipo malagueño, muy interesado en hacer un buen papel en el torneo del que es anfitrión y disputar el primer título oficial de la temporada. Para que salga todo perfecto solo falta la victoria y, pese a la complejidad del contrincante, hay factores que juegan a favor de los locales.
Motivación. Las ganas de disputar la primera final
El Unicaja lleva dos temporadas jugando a un gran nivel y quedándose a las puertas de disputar una final. En el seno del equipo son conscientes de que la disputa de la Supercopa en Málaga es una magnífica oportunidad de romper esa tendencia. Al ser al principio de temporada, la Supercopa no tiene el empaque de una Copa del Rey o de los ‘play-off’ por el título, pero no deja de ser un torneo oficial que aún no está en las vitrinas de Los Guindos. Al haber solo cuatro equipos participantes (Unicaja, Real Madrid, Barcelona y Gran Canaria), el camino a recorrer es más corto y por tanto hay menos obstáculos para llegar a la final. El Real Madrid de Laso lo ha ganado todo (Supercopa, Copa, Euroliga, Liga y Copa Intercontinental) y ha demostrado que siempre es competitivo. Para el conjunto madrileño sería uno más, mientras que para el Unicaja implicaría el primer título de la ‘era Plaza’. «El equipo va a llegar bien. Es pronto, siempre pasa con la Supercopa, pero vamos con la máxima ambición», dijo ayer Carlos Suárez. «Vamos a jugar contra el equipo que ha conseguido todos los títulos en la anterior temporada y, por qué no, intentar hacer la machada», declaró.
El Unicaja, en casa. 9.700 espectadores y la mayoría de Málaga
Está más que demostrado que el Unicaja se crece ante su público. Sobre todo en los partidos calientes, en los que 10.000 espectadores llenan las gradas del Palacio y pueden llevar en volandas al equipo. Es cierto que en la última Copa del Rey disputada en Málaga esto no sirvió para obtener un buen resultado, pero ahora la presión no es la misma y el Unicaja parece haber aprendido la lección. En el Carpena habrá el viernes 9.700 espectadores y la gran mayoría apoyará al Unicaja. Al contrario que en la Copa del Rey, en la Supercopa no es habitual que viajen muchos aficionados de los conjuntos visitantes. Ante el Real Madrid será una baza importante, especialmente en caso de un final de partido apretado. Los cinco fichajes de este verano (Díez, Nedovic, Smith, Jackson y Hendrix) debutarán como locales en el Palacio de los Deportes.
La preparación de los equipos. El Unicaja, menos rodado, pero más descansado
El Unicaja ha echado en falta durante el verano a sus cuatro internacionales, algo habitual en los equipos grandes. Además, Plaza se ha quejado públicamente de la pesadez de los viajes a Francia para disputar el torneo ProStars o del retraso en la incorporación de algunos jugadores, como Hendrix. Pero nada comparado con la dura pretemporada que ha tenido el Real Madrid. Pablo Laso ha tenido que jugar la mayoría de sus amistosos con solo tres profesionales y una plantilla llena de canteranos, como se pudo comprobar en el Torneo Costa del Sol. Con ocho jugadores con sus selecciones (Llull, Rudy, Reyes, Rodríguez, Hernangómez, Maciulis, Ayón y Nocioni), el Madrid ha sido una sombra de sí mismo en verano.
Además, nada más terminar el Eurobasket, el conjunto madrileño ha tenido que viajar a Brasil para disputar la Copa Intercontinental a doble partido, por lo que la carga de trabajo de sus hombres antes del inicio de la ACB ha sido enorme. El Real Madrid está más rodado, porque solo tiene dos caras nuevas (Taylor y Thompkins) –además de la incorporaciones de Doncic al primer equipo y el regreso del cedido Hernangómez– y el bloque juega casi de memoria. Pero el cansancio puede pasar factura.