El de ayer se podía calificar como el partido de los ‘nunca’. Nunca había levantado el Unicaja un trofeo importante en casa, nunca había eliminado al Barcelona en un partido con un título en juego y tampoco nunca había ganado la Supercopa. Ayer, tras el enorme esfuerzo de la primera jornada ante el Real Madrid, el conjunto malagueño se quedó con la miel en los labios. El Unicaja no pudo salir del Palacio como campeón de la Supercopa 2015 ante un Barcelona muy superior que hizo valer su profundidad de banquillo y su agresividad defensiva.
Pero la lectura positiva es que el Unicaja sale reforzado del torneo y que dio buena imagen, pese a la abultada derrota de ayer. Además, volvió a jugar una final, algo que no ocurría desde 2009, con aquella final de Copa ante el Baskonia, con Aíto al frente del equipo. En sus objetivos de la temporada, Plaza se ha empeñado en resaltar que el equipo tiene que aspirar a mejorar cada año lo logrado en la campaña anterior. Pero esto tan sencillo, después de dos grandes temporadas, con el equipo compitiendo hasta el final en las semifinales de la ACB contra Madrid y Barcelona, es cada vez más complicado. Por eso, con independencia de lo que pase el resto de la temporada, el Unicaja ya puede decir que sabe lo que es jugar una final. Ayer lo hizo en la Supercopa y, aunque no pudo celebrar el título ante su público, ya ha dado un paso más.
Se le resiste al Unicaja el único título de la ACB que no está en sus vitrinas, pese a que dejó escapar una oportunidad idónea para conseguirlo. Los 10.000 aficionados que llenaron las gradas –qué ambientazo se ha vivido en el pabellón malagueño y qué gran manera de mostrarle al resto de España que en Málaga se vive el baloncesto de manera intensa – empujaron durante todo el duelo, pese a que el Barcelona volvió a ser mejor durante gran parte del partido.
La eliminación del Real Madrid en las semifinales y la disputa de la final confirman la tendencia al alza del equipo malagueño. Algo evidente en las dos últimas temporadas, desde la llegada de Joan Plaza al banquillo malagueño. Tras dos campañas sobresalientes, en las que el público ha regresado al Palacio, la comunión equipo-afición se ha reforzado y el Unicaja se ha convertido hasta ahora en la verdadera alternativa al Real Madrid y al Barcelona. El club de Los Guindos volvió a luchar por un título.
No se conformará el equipo malagueño con este resultado. La temporada no ha hecho más que empezar y aún hay mucho margen de mejora. La ambición de Joan Plaza es tratar de romper ese binomio Madrid-Barcelona–pese a que las diferencias presupuetarias son abismales– en todas las competiciones posibles. Hay que tener en cuenta que las últimas siete finales en la ACB (ya sea en Liga, Copa del Rey o Supercopa) habían sido entre el Real Madrid y el Barcelona, por lo que la disputa de la finalde la Supercopa por parte del Unicaja es también un soplo de aire fresco para el baloncesto español.