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Brose, los inventores del elevalunas

Las bicicletas con motor eléctrico, la nueva apuesta de Brose.
Las bicicletas con motor eléctrico, la nueva apuesta de Brose. / Sur
  • En más de cien años, el patrocinador del rival del Unicaja ha creado toda clase de elementos que usan millones de personas

Al amparo del ‘boom’ de la automoción, el joven Max Brose abrió en 1908 en Berlín una pequeña tienda de accesorios para coches. Hoy, más de cien años después, los productos de este conglomerado empresarial se venden en todo el mundo y son usados a diario por millones de personas cada vez que se montan en un coche. El Grupo Brose es como Unicaja, uno de los patrocinadores más fuertes del baloncesto alemán, aunque no cuenta con la trayectoria del banco en este deporte. Hay que apuntar que la entidad bancaria es el patrocinador más veterano de todos los que hay en la Euroliga y, por supuesto, en la Liga ACB.

La compañía que da nombre al equipo de la pequeña, pero industrializada ciudad de Bamberg, se ha implicado al máximo en el baloncesto. No solo patrocina al equipo, sino también da nombre al pabellón que el Unicaja visitará en breve. El camino hasta Bamberg está jalonado de industrias, por ejemplo en las afueras de la ciudad está la factoría de Bosch. Pero por encima de todas está la firma Brose, catalogada como la líder mundial en la fabricación de accesorios para coches.

Trabaja en el sector desde hace más de un siglo, de hecho, son protagonistas de algunos de los elementos más simples, pero útiles de los coches. En 1926 Max Brose inventó y patentó el elevalunas manual para las ventanillas, años más tarde, la compañía también sacó al mercado el elevalunas eléctrico, un elemento que casi es lo primero que una persona usa al montarse en un coche. El primero fue creado en 1962 e instalado en un BMW 3200. De las factorías de esta empresa también salen múltiples accesorios, como pequeños motores, salpicaderos, las aspas de los radiadores y, uno de sus elementos estrella, las estructuras de los asientos, pues inventaron los abatibles y regulables. Brose es el principal proveedor de accesorios del grupo Volkswagen y del resto de empresas alemanas del sector.

La Segunda Guerra Mundial

Pero no todo es la historia de la compañía con sede en Coburg, que se vio inmerso de lleno en las dos grandes guerras en las que participó Alemania. En la Segunda Guerras mundial su factoría fabricó proyectiles para el ejército alemán, y Max Brose se afilió al Partido Nazi. Aquella militancia, obligada o voluntaria, todavía pesa en el legado de la familia que recientemente se encontró con la oposición del ayuntamiento de Coburg a que una calle de la ciudad llevase el nombre del fundador de la multinacional.

Circulan versiones encontradas sobre el papel del empresario en aquellos años, unos dicen que se benefició con trabajadores forzados, otros que protegió a los que estaban bajo su mando en las fábricas. Superado el conflicto, la empresa continuó con su crecimiento, y hoy tiene 15.000 empleados repartidos en 20 países. Su última apuesta, una bicicleta eléctrica que está revolucionando el mercado.