La procesión va por dentro. La calma es solo aparente en el Unicaja. El pánico golpea en los últimos días a Europa. Los terribles atentados del viernes en París, entre los que uno de los ataques fue dirigido al Estadio de Francia, han generado una psicosis terrorista en torno a los grandes eventos deportivos. La amenaza del octavo yihadista (el único superviviente de los ataques) cerca del estadio Rey Balduino en Bruselas obligó a suspender el Bélgica-España del martes, el mismo día que unos indicios concretos de la policía llevaron a que se desalojara el estadio de Hannover, en Alemania, donde el combinado local se iba a medir a Holanda en un amistoso.
En las últimas fechas no resulta agradable para cualquier deportista viajar y competir en Europa. El Bilbao Basket derrotó el martes al Nanterre sin haber contado en la expedición con su pívot Shawn James, que se negó a desplazarse. No ha sucedido algo así en el Unicaja, pero la calma solo es tensa. Pese a que la situación deportiva en la Euroliga es envidiable para el equipo malagueño, con el liderato de grupo y como único invicto del torneo (clasificación virtual para el ‘Top 16’ incluida), otra cosas es lo extradeportivo. Lo reconoce en la página anterior uno de los veteranos, Fran Vázquez: «Intentamos que sea un viaje más, pero es complicado. Es difícil no pensar en lo que pueda pasar, pero se intenta, y tratar de concentrarnos solo en el partido nos ayuda a no caer en otras cosas».
Con ese ánimo viajan los veinte componentes de la expedición: doce jugadores, tres miembros del cuerpo técnico (Plaza, Herrera y Sánchez Cañete); el delegado (Javier Salvo), el responsable del material (Jorge Díaz), un fisioterapeuta (Mario Bárbara), el preparador físico (Diego Vázquez), y el secretario técnico, Carlos Jiménez.
La plantilla partirá de Málaga en un vuelo comercial de Swiss –hace tiempo que el club no lo hacer en ‘chárter’– a las 13.10, con llegada a Zúrich (Suiza) a las 15.50. Más tarde, a las 17.25 tomará el vuelo a Nuremberg (también de Swiss), con llegada a las 18.20. Desde ahí quedan unos 60 kilómetros en carretera hasta Bamberg. El equipo pernoctará en el Hotel Welcome de esta localidad.
No habrá medidas especiales de seguridad, y el regreso será el sábado por la mañana hasta Andorra vía Nuremberg-Fráncfort-Barcelona. La llegada al Principado no se dará hasta las 19.00 horas.