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Ridículo del Unicaja en Alemania (73-53)

Un momento del partido de este viernes en Bamberg.
Un momento del partido de este viernes en Bamberg. / Efe
  • El conjunto malagueño pierde su condición de invicto en la Euroliga con un partido para olvidar ante el Brose Basket

El Unicaja aún tiene que estar pensando en la victoria de la pasada semana ante el CSKA. O en el partido del próximo domingo en Andorra, para intentar encauzar su marcha en la Liga Endesa. Porque desde luego ayer ni apareció por los pasillos del Brose Arena, pabellón en el que nunca había perdido hasta ahora. El ridículo de ayer ante el Brose Baskets duró prácticamente tres cuartos y terminó con un sonrojante 73-53. El cuadro malagueño, que pierde así su condición de invicto en la Euroliga, el único equipo que aún no sabía lo que era perder, no ejerció ayer como tal y fue un conjunto simple, caótico y sin garra. Vamos, todo lo que no quiere Plaza en sus equipos. Como ha comentado el entrenador en otras ocasiones, se pueden perder los partidos, pero siempre compitiendo. El problema es que este Unicaja ya ha mostrado en varios partidos (Bilbao, Sevilla y el de este viernes),, escaso carácter competitivo.

Nada apuntaba a un desastre de esa magnitud, al menos al inicio del partido. El Unicaja empezó mandando en el marcador, gracias a la ‘versión Euroliga’ de Edwin Jackson, muy acertado. El escolta francés es uno de los señalados por Plaza por rendir mejor en Europa que en la ACB y ayer empezó muy entonado en la pista del Brose. Sus triples permitieron las primeras ventajas claras para el conjunto malagueño (3-8). Eso sí, luego no volvió a aparecer en el partido. Con Kuzminskas muy bien vigilado, Hendrix y Jackson asumieron el liderazgo en ataque. El Brose se limitaba a jugar con sus hombres exteriores, especialmente Wanamaker, que superaba la defensa de Markovic. A los puntos del base norteamericano se le sumó el acierto desde lejos del letón Strelnieks y el conjunto alemán se acercó en el marcador tras el primer periodo (14-17).

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El Brose se fue poco a poco haciendo dueño del partido, con más paciencia y moviendo bien el balón. Los exteriores locales seguían haciendo daño, pero el conjunto alemán contó con un efectivo más, el pívot Radosevic, que se estrenaba ayer con su nuevo equipo procedente del Besiktas. El croata, de 2,08, se movió con soltura por la zona del Unicaja y generó muchos problemas. No solo anotando, si no generando amenazas y por lo tanto dejando más opciones para los tiradores del Brose. Tras la primera ventaja en el partido del Brose (18-17, tras canasta de Theis), el Unicaja fue cediendo terreno. EL conjunto de Plaza daba muchas facilidades en defensa y además se precipitaba en exceso en ataque, con tiros forzados y escaso juego interior. El resultado fue un parcial de 9-0 para los locales y una ventaja de 12 puntos (37-25)

Tras el mal segundo cuarto, quedaba la duda de si iba a haber reacción por parte del conjunto malagueño. Aún había mucho partido por delante y el Unicaja tenía que demostrar el carácter que le llevó a ganar en pistas como la del Maccabi o la del CSKA. Pero desgraciadamente, pronto se comprobó que el conjunto malagueño no estaba por la labor.

Ataque caótico

Porque el cuadro de Plaza siguió cometiendo los mismos errores, siendo una sombra de sí mismo en defensa y con un ataque caótico y sin criterio. Plaza no se cansaba de abroncar a sus hombres desde el banquillo, a ver si saltaba algún resorte. El entrenador incluso dio entrada a Nedovic, al que parecía que iba a reservar por sus problemas de tobillo, para ver si ejercía de revulsivo. Pero nada de nada. A falta de 2 minutos para el final del tercer cuarto, ya perdía por 20 (57-37) y al último cuarto entró con 23 puntos en contra, después de un sonrojante parcial de 20-8 en el tercer cuarto. El Unicaja afrontaba el último periodo y ni siquiera había llegado a 40 puntos.

El último cuarto no sirvió ni para maquillar el resultado, pese a los intentos de Alberto Díaz y Gabriel de aportarle algo de dignidad al encuentro de ayer. Al final el ridículo se quedó en 73-53. Solo queda pensar en el partido del domingo ante el Andorra.