Malaga CF

La fractura de la grada

Imagen del Palalacio, con muchos asientos vacíos, justo antes del inicio de un partido de Eurocup.
Imagen del Palalacio, con muchos asientos vacíos, justo antes del inicio de un partido de Eurocup. / Sur
  • De los más de 7.000 abonados del Unicaja, solo 6.200 acuden de media al Palacio

  • La asistencia al pabellón malagueño sigue en caída, sobre todo en la Eurocup, con cifras similares a la época de Ciudad Jardín

Se acerca el ecuador de la temporada y el Unicaja va cumpliendo los objetivos. Aunque el juego del equipo no es sólido, el balance es positivo y el cuadro malagueño está instalado en zona de ‘play-off’ en ACB y el primer puesto de su grupo del Top-16 de la Eurocup. Pero hay síntomas que preocupan. O al menos tendrían que preocupar mucho en las oficinas de Los Guindos. Más allá de los problemas deportivos, lógicos en cualquier club, los problemas han llegado a la grada, una cuestión de calado y difícil de revertir.

La fractura con la grada del Palacio de los Deportes se ha agrandado esta temporada, pese a que en Málaga hay una gran tradición del Unicaja y que sigue habiendo muchos incondicionales del club. Pero los datos indican que el seguimiento del equipo sigue en caída, al menos en cuanto a la presencia física de espectadores en el Martín Carpena. En lo que va de temporada, la media de asistencia al pabellón malagueño es de 6.215 espectadores por partido. Un dato pobre, teniendo en cuenta que la instalación deportiva, una de las mejores de España. tiene capacidad para 11.000 personas y, sobre todo, que el Unicaja inició la temporada con algo más de 7.000 socios. Es decir, hay mil aficionados que tienen sus entradas pagadas que no suelen acudir a los partidos.

Una brecha que es mucho más amplia en la Eurocup, la segunda competición europea. Si en los años de Euroliga los partidos entresemana no lograron atraer al público malagueño, esta temporada, con una competición de menor caché y que además se juega los miércoles, el panorama es desolador: 4.870 espectadores de media (recordemos, con 7.000 socios, ya que esta temporada sólo existía la opción del abono único para las dos competiciones, es decir que el público no podía elegir entre comprar un abono para la Liga Endesa o para la Eurocup, como en anteriores campañas). Cifras similares a las registradas en el antiguo Ciudad Jardín. Tras una primera fase europea descafeinada, el Top-16 no ha mejorado la entrada al pabellón. El miércoles, ante el Cedevita, había 4.292 espectadores en el Palacio, la segunda peor entrada de la temporada. En el caso de la competición europea, se espera que en las eliminatorias directas de cuartos (si el Unicaja se clasifica) la situación varíe y pueda haber un buen ambiente, ya que se trata de cruces al mejor de tres partidos en el que los choques en casa serán fundamentales.

Entre las medidas que el club malagueño ha puesto en marcha para incentivar que los abonados vayan al pabellón, ayer anunciaron que se sorterarán dos viajes a Croacia para ver el partido ante el Cedevita en febrero entre los abonados que acudan a los cuatro próximos partidos (ante UCAM Murcia, Valencia, Fuenlabrada y Alba Berlín) y entre los aficionados que compren entradas para al menos dos de estos cuatro partidos.

Protesta aislada

Más allá de las cifras, esta temporada ya se han escuchado pitos hacia el equipo –o hacia el club en general– en algunos partidos. Ante el Cedevita, sorprendió que se escucharon estos pitos en el primer cuarto. Fue algo aislado, proveniente de un sector de la grada, pero su protesta se hizo patente. Una actitud que no es nada habitual en Málaga y mucho menos en las últimas temporadas, tras la llegada de Plaza, que trajo cierta paz social.

A la afición malagueña le hace falta una alegría y en ello está el equipo. La Copa del Rey de febrero o la Eurocup son buenas opciones para dar buena imagen y que el Palacio recupere su buena salud.

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