«Nos fuimos con mal sabor de boca de Valencia, con mala sensación. El domingo es una oportunidad para demostrar que cometimos un mal partido, fue un gran error y hay que resurgir». Así hablaba ayer el malagueño Alberto Díaz sobre el partido de mañana en Málaga ante el Fuenlabrada (12.30 horas). Acierta el base en utilizar el término resurgir, ya que el equipo malagueño pareció tocar fondo en la Fuente de San Luis, ante un rival directo. Es cierto que el equipo malagueño está en una situación cómoda en la Liga Endesa (sexto, a un partido de Baskonia o Valencia), pero el juego del equipo no convence y el ambiente en torno al equipo no es el mejor. Los dos partidos que afronta ahora el Unicaja en casa, mañana ante el Fuenlabrada y el miércoles ante el Alba Berlín, tienen que servir para frenar las dudas con resultados. Si la pelota entra, si las victorias llegan, los problemas de planificación o los debates sobre jugadores o entrenador pasan a segundo plano.
Pero por el contrario, perder en casa, ante un rival en teoría con menos potencial (el Fuenlabrada) o en un partido clave para el futuro del Unicaja en la Eurocup (ante el Alba) puede destapar la caja de los truenos. Esta semana el secretario técnico y portavoz del club mandaba un mensaje de tranquilidad respecto al equipo. Pero el Unicaja necesita demostrar que está vivo, que puede superar el mal trago de Valencia sin necesidad de incentivos externos, ya sean multas, fichajes o advertencias por parte de los dirigentes.
El dictamen de la grada
Al margen del rendimiento del equipo, la otra gran duda de estos partidos en casa es ver cómo va a recibir la afición malagueña a su equipo. La derrota ante el Valencia dolió mucho entre los seguidores ‘cajistas’, no tanto por el resultado en sí, sino por la pésima imagen y la falta de pelea de unos jugadores que se pusieron en manos del Valencia, especialmente en la segunda mitad.
¿Cómo recibirá el público al equipo? Aunque habrá aficionados que opten por silbar al equipo –o a sus dirigentes– en el arranque del partido, será la marcha del encuentro el que determine si llega o no la sangre al río. Hay jugadores señalados por la grada, como el caso de Lafayette, algo que no ayuda a su recuperación;tampoco Plaza pasa por un gran momento de popularidad, en comparación con lo vivido en el Carpena en años anteriores. Una derrota ante el Fuenlabrada, equipo que está noveno en la clasificación, en la pelea por estar en puestos de play-off, no sería fácil de encajar. También es cierto que, viendo que la media de asistencia esta temporada al Palacio está en torno a los 6.000 espectadores, lo normal es que mañana el pabellón no presente su mejor aspecto. A algo más de 15 días para la Copa del Rey, resurgir tiene que ser la única opción.
Temas