Vitoria, el paraíso y el infierno del Unicaja

Vitoria escenifica el cielo y el infierno para los intereses del Unicaja. Es una ciudad de contrastes: coqueta y funcionarial, pero gélida y pequeña. La capital alavesa representa casi todo lo bueno y mucho de lo malo que le ha ocurrido al cuadro malagueño en su historia: es la ciudad del paraíso en la imaginación de los aficionados ‘cajistas’, donde tocó el cielo con una Liga que culminó un sueño; pero también donde los fantasmas aparecían de vez en cuando en muchas noches de pesadillas. Jugando con la mística cinematográfica de estos días, el Unicaja ha vivido en el Buesa Arena muchas tardes para la ira, con derrotas humillantes y frustraciones constantes, y se le han aparecido muchos monstruos en el pabellón vitoriano. Entre medias se subió al olivo, símbolo de prosperidad, para recoger el trofeo más preciado.

Ahora que llega la Copa no está de más repasar la trayectoria del conjunto que entrena Joan Plaza en una localidad que se recuerda por la Liga de 2006, con Garbajosa simbolizando el anhelo más grande jamás alcanzado, sollozando a la entrada del vestuario, sentado en el suelo, torso desnudo, cuerpo sudoroso y mente mullida entre nubes de algodón. Había hollado la cima más alta. Ese día el Unicaja consumó la mayor de las venganzas frente a un rival que, por parejo, más enconada mantuvo la lucha. Allí en Vitoria fue también donde el Unicaja alcanzó por primera vez las semifinales del torneo del k.o. (2002), en su día desde luego una efeméride a celebrar, ya que la relación del equipo con el torneo depara contadas alegrías.

En ambas circunstancias se producen hitos a tener en cuenta: solo una vez ganó el conjunto malagueño en el Buesa Arena en ‘play-off’ en doce visitas, y le sirvió para ganar la Liga con un rotundo 3-0. Y solo una vez superó una ronda de Copa del Rey en los torneos celebrados en la capital vasca, y se convirtió en su primer acceso a la penúltima ronda.

El Unicaja, que ha participado en tres de las cuatro Copas celebradas en Vitoria, estrenará rival en el Buesa Arena, el Barça, ya que siempre se enfrentó al Tau o al Pamesa, actuales Baskonia y Valencia, con resultado desigual: dos derrotas con los anfitriones y 1-1 con el cuadro ‘taronja’. No hay precedentes en la Supercopa, ya que el Unicaja no estuvo en ninguna de las celebradas en Vitoria (2010, 2013, 2014 y 2016).

Históricamente, al Unicaja se le ha dado especialmente mal el Fernando Buesa Arena, ya que solo gana tres de cada diez encuentros como visitante. Después de esa trascendental victoria el 21 de junio de 2006 que supuso una Liga, plena de algarabía, encadenó trece derrotas consecutivas en el recinto alavés, cinco de ellas por más de veinte puntos, una por casi 30 y solo tres por menos de ocho puntos. En febrero de 2014 volteó su suerte y venció en un encuentro de Euroliga, para repetir triunfo ocho meses después en la Liga. De sus últimas cinco visitas a la capital vasca, tres se saldaron con éxito, y la última con un resultado de escándalo al ganar por 27 puntos (56-83) en marzo del año pasado.