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El Unicaja roza la victoria ante el Valencia (68-62)

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/ Efe

  • Dubljevic, con dos triples en los últimos minutos, decidió el primer partido de la final de la Eurocup

Era el día. Lo tuvo muy cerca, lo rozó e incluso lo paladeó, pero al Unicaja se le escapó el triunfo en el primer partido de la final de la Eurocup ante el Valencia (68-62) en un choque marcado por una absoluta igualdad y que acabó decidiendo Bojan Dubljevic con dos triples en los últimos minutos. Pero esto es sólo el primer combate. El Unicaja ha demostrado que no es imposible ganarle al Valencia, al que superó en varias fases del partido. Queda un partido más, el del viernes, y quizá un tercero, el miércoles. Esa es la meta que se tiene que marcar el conjunto malagueño en los próximos dos días, la de ganar a toda costa el segundo choque para regresar la próxima semana a Valencia. Tiene argumentos, la mentalidad y los jugadores necesarios para ganar a su bestia negra de esta temporada. Es decir, demostró que no es imposible.

A pesar de la sensación de que el conjunto que dirige Joan Plaza está muy cerca de poder abordar al Valencia, es innegable que anoche dejó escapar una excelente oportunidad para haber roto las quinielas. Firmó un arranque perfecto y durante todo el partido aguantó el ‘mano a mano’. Pero llegó la hora de la verdad y el Valencia sacó ese carácter competitivo que lo ha llevado a liderar la Liga ACB y, ahora, estar a un paso de ganar la Eurocup y regresar a la Euroliga.

El Unicaja llegó al final que deseaba, con el partido igualado y sus opciones intactas. Así estaban las cosas a dos minutos y medio para el final, cuando apareció Bojan Dubljevic para sentenciar el choque con dos triples. El montenegrino se salió del guion para ejecutar al Unicaja desde los 6,75 metros después de haber estado todo el partido peleándose con Omic debajo del aro. El talento tiene estas cosas, que decide partidos.

Comienzo perfecto

El equipo de Plaza demostró que sabía lo que había en juego con un arranque casi perfecto del partido. Su solidez defensiva, tapando las líneas de pase del Valencia descolocó al conjunto rival, que a los seis minutos perdía 7-17. Nedovic, Brooks y Omic lideraban al equipo malagueño, que atacaba con paciencia hasta encontrar la mejor opción para anotar. Pedro Martínez no tardó en pedir tiempo muerto ante el claro dominio malagueño. La entrada de Sastre cambió por completo el partido, pues logró dos triples que reactivaron a su equipo y abrió un parcial de 13-3 que propició que el primer cuarto acabase con empate a 20. Lo peor para el Unicaja fueron las dos faltas de Brooks y, lo mejor, la sensación de amenaza que representaba para el Valencia.

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Esta impresión se confirmó en el arranque del segundo acto. En la segunda unidad el equipo cajista volvió a escaparse. Okouo sorprendió a los atacantes valencianos por su capacidad para salir a defender, recuperar su posición e intimidar. El Unicaja se colocó 20-28 (min.15) y controlaba por completo el partido con su defensa. Con 24-32, Pedro Martínez tuvo que recuperar a Dubljevic porque a su equipo le costaba un mundo encontrar el camino del aro. El montenegrino no tardó en desatascar al Valencia, pero, como antes, era Joan Sastre el gran problema para el Unicaja, tanto por su verticalidad como por su acierto de tres. Un parcial de 11-3 llevó la igualdad al marcador antes de la segunda parte, 35-35.

No dio un paso atrás el Unicaja en el arranque de la segunda parte con un Brooks perfecto dominador por encima del aro y, noticia, con Lafayette de base y dirigiendo perfectamente al equipo (40-44, min. 25). De nuevo el Valencia volvía a estar descolocado ante la solidez del Unicaja, que, sin embargo, no supo aprovechar su momento. El regreso de Dubljevic fue balsámico para el conjunto naranja para salir del bache. Como pasó antes del descanso, el montenegrino anotó con facilidad y de nuevo abrió un parcial de 10-4 que permitió a su equipo acabar el tercer cuarto por delante (50-48).

Llegó el momento de la verdad y entonces el Valencia dio un paso adelante en todos los sentidos. Aunque el Unicaja aguantó dos minutos, el equipo de Pedro Martínez comenzó a pasarse perfectamente el balón muy bien dirigido por Van Rossom. También apareció el ‘oportunista’ Oriola, fabricándose buenas canastas. Cinco puntos seguidos del catalán colocaron el 60-52 y Plaza tuvo que parar el partido y recuperar a Omic y Brooks, y optó por jugar los minutos finales sin Nedovic. La tensión era máxima y lo mejor era que el Unicaja no se rindió en ningún momento. Omic Tapó la vía de Dubljevic y Fogg y Brooks engancharon al equipo malagueño al partido. Este último anotó una suspensión clave a falta de 42 segundos para el 65-62. Lo que no contaba el Unicaja era con que Dubljevic decidiese el partido desde la línea de tres. Ahí no llegó Omic. El segundo de ellos, a falta de 31 segundos para sentenciar el choque, 68-62.

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