Malaga CF

El Unicaja comparte su gloria

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Llegada del autobús del equipo a la entrada del Ayuntamiento de Málaga. / Foto: Salvador Salas Vídeo: Pedro J. Quero

  • La plantilla brindó el título a miles de personas que se congregaron en el Centro

  • Suárez, Nedovic y sobre todo Alberto Díaz, los jugadores más reclamados por la afición que acompañó al equipo

Los aficionados más fieles del Unicaja tuvieron ayer un ‘deja vu’, esa sensación de estar viviendo algo que ya habían vivido con anterioridad. La última vez que las calles del centro de Málaga se llenaron por culpa del baloncesto fue con el campeonato de Liga de 2006. Hubo paseo en autobús, recepción en el edificio de Unicaja en la plaza de La Marina y ofrenda del trofeo desde el balcón del Ayuntamiento. Como ayer, aunque en lugar de Scariolo era Plaza el entrenador que buscaban todas las cámaras y Alberto Díaz ejercía de canterano de lujo, como en su día hicieron Berni o Cabezas. Pero lo importante es que el baloncesto, el Unicaja, volvió a provocar que la ciudad se llenara de aficionados de verde, celebrando un título para la ciudad.

  • Apoteósico recibimiento al equipo a su llegada a Málaga

  • Imágenes de Fernando González de la celebración

  • Imágenes de Salvador Salas de la celebración

El Unicaja compartió ayer la gloria de ser campeón de la Eurocup con los malagueños. La comunión entre club y ciudad volvió a ser absoluta, pese a que en los últimos meses se ha pasado por momentos complicados. Tras la épica victoria del miércoles, el largo viaje de vuelta y el tremendo reconocimiento de la afición en el aeropuerto, ayer tocaba otra fiesta por todo lo grande. A las 18.00 horas, los jugadores de la primera plantilla llegaron a Los Guindos para ser recibidos por los equipos de la cantera del club, que les hicieron el pasillo de campeones. Así se hicieron las primeras fotos con la Copa y Díaz, uno de los grandes protagonistas de la jornada festiva, terminó manteado por sus compañeros. De allí salió la comitiva formada por dos autobuses descapotables, uno para el equipo y el cuerpo técnico y otro para sus familiares. Ignacio Rosa e Ibáñez, los dos jugadores del equipo júnior que más han trabajado esta temporada con el primer equipo, también acompañaron a sus compañeros en la celebración.

Omic, un espectáculo

En el primer vehículo, Omic se hizo con un sitio privilegiado, en plena cabecera y con el trofeo de la Eurocup en sus manos. El esloveno apenas lleva cuatro meses en Málaga, pero se ha convertido en uno de los más queridos por la afición. Con sus 2,16 de altura y más de 110 kilos de peso, el pívot ha mostrado estos últimos días como un auténtico hombre espectáculo. No paró de cantar, de hacerse fotos y de animar a sus compañeros. Incluso en la expedición se especulaba con guasa con la posibilidad de que hiciera «un Sergio Ramos», es decir, que al jugador se le cayera la copa del autobús, como le pasó en su día al defensa del Real Madrid. Pero no fue así y el trofeo de la Eurocup llegó sano y salvo a la plaza de La Marina. La charanga de Los Mihitas amenizó el trayecto con su música y sus cánticos y durante el recorrido todos los coches y motos que se cruzaban con el Unicaja hacían sonar sus bocinas.

Si en Los Guindos ya hubo decenas de personas esperando al equipo, en la plaza de La Marina había centenares. La Policía hizo un pasillo humano para que los jugadores pudieran salir del bus y entrar en la sede de la Fundación Unicaja para realizar la primera visita institucional de la jornada. Los malagueños del cuerpo técnico ejercían un poco de anfitriones, explicándoles a los americanos del equipo a dónde iban y quiénes eran las distintas personalidades. En el edificio de Unicaja, el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga y el Braulio Medel, expresidente de Unicaja y ahora máximo responsable de la Fundación, fueron los encargados de recibir al equipo. Ambos directivos están muy vinculados al mundo del baloncesto, por lo que disfrutaron de la presencia del equipo.

En la plaza de la Marina, los jugadores fueron saliendo al balcón para dirigirse a los aficionados que allí esperaban. El discurso más aplaudido fue el del capitán Carlos Suárez, que recordó al que hizo popular Lopera tras el ascenso del Betis: «Estábamos en la UVI, nadie daba un duro por nosotros, pero somos campeones», gritó el ala-pívot madrileño, mientras era vitoreado por los aficionados. También recibió muchos aplausos Alberto Díaz, que cantó «¡yo soy boquerón, boquerón, boquerón!», mientras la gente le decía «MVP, MVP», al jugador más valorado de la final de la Eurocup. Cada jugador tuvo su momento de gloria; Waczynski hizo su famoso gesto de King-Kong, Brooks repetía en un ininteligible español eso de «Málaga no se rinde» y Plaza, otro de los más aclamados, resaltó el cariño con el que siempre le han tratado en Málaga. «Ya pertenezco a esta ciudad, parte de mi sangre es de Andalucía», dijo el técnico catalán.

Tras otro buen números de autógrafos y ‘selfies’, el equipo llegó a las 19.50 horas al Ayuntamiento de Málaga, última parada de la celebración. Allí de nuevo se volvieron a vivir estampas muy emocionantes, con el autobús parado frente a la escalinata del consistorio y el público y la charanga cantando y felicitando a los jugadores, que no paraban de grabar con sus teléfonos móviles. A la entrada al Ayuntamiento hubo un momento de dudas, ya que algunos agentes de policía impidieron el paso de los familiares de los jugadores, pero todo se resolvió pronto. En el consistorio, el alcalde , Francisco de la Torre, el presidente de la Diputación, Elías Bendodo y el delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, fueron los encargados de darle la enhorabuena al equipo. Todos los representantes alabaron el esfuerzo y la épica del conjunto de Los Guindos y destacaron la importancia de estos logros deportivos para la provincia.

Alabanzas a Plaza

El alcalde ejerció de maestro de ceremonia y no dejó de aplaudir las virtudes de Joan Plaza: «Tiene nervios de acero, inteligencia, vista de águila...», comentó De la Torre sobre el entrenador del conjunto malagueño. El responsable de la Fundación Unicaja Braulio Medel tuvo también palabras para el Valencia Basket: «Ha sido un honor competir contra ellos».

Tras los discursos, los jugadores salieron al balcón del Ayuntamiento para recibir de nuevo el aplauso de los seguidores del Unicaja. «Esto es muy grande», decía Dani Díez mientras presenciaba la vista del paseo del Parque desde el balcón. También le dedicaron un buen rato a atender todas las peticiones de los aficionados, que buscaban autógrafos y fotos de todos los miembros de la plantilla.

Aficionados y miembros de Los Mihitas, ayer.

Aficionados y miembros de Los Mihitas, ayer. / Fernando González

Sobre las 21.30 horas y tras más de tres horas de celebración, los jugadores se fueron a cenar con los dirigentes de Unicaja Banco y los responsables y empleados del club de baloncesto al museo taurino. Después, noche libre. Aunque esta tarde, a las 17.00 horas, vuelta al tajo. Entrenamiento en el Palacio y después viaje a Santiago, para medirse el sábado al Obradoiro. El campeón de la Eurocup también quiere dar guerra en la ACB.

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