Las celebraciones del título de la Eurocup empezaron en el mismo vuelo de regreso de Valencia a Málaga. El chárter fletado por el Unicaja era una fiesta y tres jugadores del conjunto malagueño llevaban la voz cantante desde la parte de atrás del avión: Nedovic, Musli y Omic. El bloque balcánico, formado por dos serbios y un esloveno de origen bosnio, ha hecho buenas migas en el club malagueño y los tres han sido jugadores muy importantes para que el Unicaja haya vuelto a levantar un título 11 años después.
Pese a que aún queda mucha tela que cortar en la Liga Endesa, en la que el Unicaja promete dar mucha guerra, los dirigentes de Los Guindos ya están inmersos en la configuración de la plantilla que competirá la próxima temporada en la Euroliga (salvo que el Darussafaka gane la máxima competición europea este año). La idea es no hacer muchos cambios, reforzar la columna vertebral y configurar una plantilla amplia, de 15 jugadores, como informó este periódico. Que siguieran en Málaga los dos ‘5’ de la plantilla y su gran estrella –es decir, los miembros de ese bloque balcánico– sería una buena noticia para los responsables de Los Guindos.
En el apartado de renovaciones hay muchos frentes abiertos, aunque en el club existe cierto optimismo respecto a la continuidad de hombres como Díez, Suárez o Brooks. No hay nada cerrado, pero hay buena sintonía. También se confía en que Musli cumpla su segundo año de contrato con el Unicaja. El jugador, el más valorado de la plantilla tanto en la ACB como en la Eurocup y el único del equipo incluido en el quinteto ideal de la competición europea, se ha vuelto a poner en el escaparate.
Cláusulas de salida
A sus 26 años ha demostrado que está preparado para competir al máximo nivel –pese a sus lagunas en defensa– y encontrar buenos jugadores de ‘siete pies’ (por encima de los 2,13 de altura) es muy complicado. El contrato de Musli tiene una cláusula de salida elevada, por lo que el club tiene muchas opciones de retenerlo. Algo que no ocurre en los otros dos casos. Nedovic firmó una ampliación de contrato de dos años el pasado verano, pero su buen rendimiento esta temporada lo ha puesto en el disparadero. El jugador es feliz en Málaga, pero es evidente que su futuro dependerá de las posibles ofertas que tenga para la próxima campaña. Su agente, Misko Raznatovic, tiene las puertas abiertas de todos los grandes clubes de la Euroliga. También de la NBA, la opción que más atraería al escolta, que quiere volver a probar suerte en Estados Unidos. Si llegan grandes ofertas, el conjunto malagueño no podrá hacer mucho por retenerlo.
El caso de Omic es distinto, porque su futuro depende exclusivamente del Efes, equipo con el que tiene contrato y que lo cedió al Unicaja. El pívot esloveno no tuvo una buena experiencia en Turquía: jugó poco y tampoco le agradó la situación de inestabilidad del país. En Málaga se ha reencontrado con su mejor versión y además se siente importante. El problema es que tiene contrato en vigor con el Efes con una ficha prohibitiva para el Unicaja (más de medio millón de euros netos). Si Omic logra desvincularse del conjunto turco, el conjunto malagueño tendría la opción de hacerle una buena oferta para que compitiera la próxima campaña en la Euroliga con la camiseta verde. Como reconoció la pasada semana el secretario técnico del club, Carlos Jiménez, en ambos casos será el mercado el que decidirá si siguen o no en Málaga.
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