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Jueves, 12 de octubre 2017
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La historia reciente del Unicaja estaba jalonada de grandes reivindicaciones y gestas. Ganó en Moscú días después de que se confirmase su exclusión del nuevo formato de la Euroliga, y la temporada pasada protagonizó la machada de ganar la Eurocup en un último partido para la historia en la pista del Valencia. Ese regreso a la Euroliga vivió anoche en el Palacio de los Deportes el último capítulo. El destino quería que se enfrentase al vigente campeón de Europa, el Fenerbahçe, club rico donde los haya, repleto de grandes jugadores y dirigido por el mejor entrenador de la historia del baloncesto Europeo.
El equipo de Plaza tenía el encuentro muy cuesta arriba antes de comenzar el último cuarto, perdía 50-57 y estaba teniendo muchos problemas para anotar. El despliegue defensivo que vino a continuación fue sobresaliente, hasta el punto que le endosó un parcial de 12-0 a su rival, le dio la vuelta al marcador (62-57) y puso la directa hacia la victoria. La precipitación de los últimos minutos permitió que el Fenerbahçe todavía tuviese un último lanzamiento para ganar, pero el triple de Sloukas, el mejor de los visitantes, se salió y el Unicaja confirmó la proeza de derrotar al Campeón de Europa (68-67).
Nice way to start the season for @unicajaCB. Relive it️ pic.twitter.com/L0AznAxj3n
— EuroLeague (@EuroLeague) 12 de octubre de 2017
El final fue el resumen de un partido intenso desde el salto inicial con los dos equipos endureciendo el juego por momentos y los dos entrenadores utilizando toda clase de recursos tácticos. La Euroliga es así, al menos esta Euroliga, donde no hay equipos de relleno y el nivel es altísimo.
No hubo grandes actuaciones individuales, porque realmente lo que le dio la victoria al Unicaja fue el gran trabajo colectivo en el último cuarto. Suárez y Augustine controlaron el rebote, Díaz y Salin frenaron en seco a Wanamaker y Milosavljevic justificó su fichaje siendo el más valorado del equipo anotando sólo ocho puntos, pero apareciendo en cada acción para ayudar. Por el camino, el Unicaja buscó cada vez que pudo a un Shermadini muy vigilado, y al fin explotó el recurso de Musli, inédito hasta ayer. Fue el serbio el que sostuvo al equipo antes del descanso, después de un primer cuarto igualado en todo (20-20).
El pívot, que de momento sólo jugará la Euroliga hasta cambio de parecer de Plaza, debe reivindicarse cada vez que puede. Ayer en sólo jugó diez minutos, pero firmó nueve puntos y tres rebotes de forma consecutiva. Su gran actuación fue clave para que el Fenerbahçe, liderado por Sloukas se marchase en el marcador antes de llegar al descanso. El escolta griego dio un recital en este segundo cuarto con toda clase de acciones y sin que ninguno de sus defensores pudiese frenarlo. Un bache de tres minutos sin anotar dio diez puntos de renta al cuadro turco (24-34), momento en el que Musli empezó a producir y evitó que las cosas llegaran a mayores (36-41. min. 20).
Unicaja
McCalum (6), Nedovic (8), Waczynski (8), Suárez (2), Shermadini (12)- cinco inicial- Díaz (-), Salin (4), Milosavljevic (8), Brooks (5), Augustine (6) y Musli (9).
68
-
67
Fenerbahçe Dogus
Wanamaker (6), Nunnally (5), Datome (13), Thompson (6), Vesely (12)- cinco inicial- Melli (-), Sloukas (15), Guduric (5), Guler (3), Mahmutoglu (-) y Duverioglu (2).
árbitros Christodoulou (GRE), Belosevic (SER) y Peerandi (EST).
parciales 20-20; 16-21; 14-16 y 18-10.
cancha Partido correspondiente a la primera jornada de la Euroliga disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga ante 8.267 espectadores
El choque se afeó tras el descanso y llegaron los mayores apuros para un Unicaja demasiado pendiente de los árbitros, mal ayer. La precipitación local la aprovechó el Fenerbahçe para estirarse con los triples de Datome. Sin control del rebote y logrando canastas de forma aisladas, el Unicaja llegó al último cuarto perdiendo por siete puntos y sin fluidez en su juego, en parte por el desacierto de McCallum.
Curiosamente, fue el base estadounidense el que lideró la reacción ofensiva, aunque la clave estuvo atrás. Con la defensa convertida en una muralla, el Unicaja al fin pudo correr, algo que no había podido hacer en todo el partido, y ahí McCallum es el rey. Seis puntos seguidos firmó hasta confirmar la remontada y el estirón definitivo (62-58). El Fenerbahce estuvo cinco minutos sin ver aro corriendo detrás del Unicaja, que a falta de dos minutos ganaba ya 68-60. Lo tenía hecho el equipo malagueño, que se complicó la vida con malos tiros y un par de pérdidas. Por suerte, el triple final de Sloukas dio en el aro y la grada estalló de alegría. Recuerden el día de ayer, el día que el campeón de Europa perdió en Málaga.
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