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Zona técnica

ANOTACIÓN ALTA

MARTÍN URBANO

Jueves, 15 de noviembre 2018, 00:04

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Aun con la ausencia de Fernández, el Unicaja volvió a superar con claridad los ochenta puntos, a pesar de no tener un gran día en los triples y de no haber sabido aprovechar del todo, debajo del aro, su gran ventaja de estatura.

Los locales, según su costumbre, insistían desde el principio en el protagonismo de sus hombres de perímetro. El Unicaja, por su parte, buscaba mucho más a sus jugadores interiores. Defensivamente, el cuadro alemán no mantenía, como cabía esperar dada su condición de único base de la primera plantilla, la presión sobre Roberts. El Unicaja, también con defensa individual, insistía con mucha intensidad en las áreas exteriores, con sus hombres en línea de pase. Con Roberts y dos tiradores, el Unicaja fue por delante, pero cuando Milosavljevic se alternó con los tiradores y el base se sentó, el ataque malagueño quedó paralizado y los locales se fueron por delante. En el segundo cuarto, volvió Roberts, el alero serbio entró en calor y Shermadini obligaba a continuas ayudas y rotaciones a la defensa local. Así recuperó el cuadro malagueño la iniciativa, también porque su defensa era buena y los locales fallaban los triples. El parcial 8-28 del tercer cuarto explica perfectamente la superioridad de los visitantes, que dispusieron en la primera mitad de once tiros libres más que su rival.

En el arranque del tercer cuarto el Unicaja seguía sin anotar muchos triples y los locales intentaban más tiros cerca del aro que antes. El partido tenía un ritmo diferente y Luis Casimiro lo aprovechó para jugar sin base. Curiosamente, tampoco la ausencia de un manejador de balón en el quinteto malagueño animaba a la defensa alemana a aumentar su presión. Sin embargo, poco a poco, la ausencia de un director de juego natural permitió al conjunto alemán tomar el mando.

En el último cuarto, Roberts no podía con Bell-Haines y a partir de esa 'grieta' la defensa malagueña empezó a desmoronarse. El técnico 'cajista' ordenó a Milosavljevic la vigilancia del base canadiense, para tapar agujeros. El final se convirtió en un cara o cruz del que el Unicaja salió favorecido por su mayor fortaleza interior.

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