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CANSANCIO

MARTÍN URBANO

Viernes, 5 de enero 2018, 00:27

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La falta de energía de algunos jugadores privó anoche al Unicaja de una victoria que parecía encarrilada en el minuto 25, pero que dejó escapar en la recta final. Lo sorprendente es que cuando cabía esperar que los más cansados fueran los visitantes, con menor rotación, los más escasos de fuerzas fueron los jugadores locales.

Ayer Plaza decidió dar importancia a su mayor amplitud de banquillo y metió en su quinteto inicial a Díaz, Salin y Shermadini, tres suplentes habituales. El Valencia lo aprovechó y empezó mandando. Los primeros cambios trajeron titulares del Unicaja y suplentes del Valencia, lo que mejoró el ataque local y equilibró el marcador. Tras la primera pausa, la defensa malagueña tomó el mando y, en el otro lado del campo empezó a hacer valer su capacidad en el rebote para disfrutar de más posesiones. La mayor amenaza visitante era Dubljevic, pero la defensa local se cerraba bien sobre él. Cuando se sentó el pívot del Valencia, el juego visitante ganó en variedad y se hizo menos previsible, pero Plaza puso en cancha a Soluade para aumentar la presión defensiva y su equipo ganaba al descanso por nueve puntos, ya que la defensa valenciana no pudo nunca con el ataque local. En la reanudación, Vidorreta puso en cancha a sus mejores hombres, mientras Plaza seguía alternando jugadores. La defensa individual del Unicaja, con Díez presionando a Van Rossom y todos preparados para cerrarse en torno a Dubljevic, era formidable y la ventaja local seguía creciendo. Sin embargo, cuando mayor era la diferencia, apareció un pequeño bache y Plaza tuvo que parar el partido e introducir cambios en su quinteto, pero su equipo había perdido frescura y concentración.

De esta manera, el Valencia volvió a entrar en el partido, que se igualó en el arranque del último cuarto. La anotación malagueña estaba en manos de Nedovic, aunque la defensa local carecía ya de estabilidad y energía. El Valencia había tomado el mando, pero la cuarta falta de Van Rossom y una técnica consecutiva dejaron al Valencia sin base y el partido en el aire. Lástima que el mejor momento del Unicaja ya había pasado.

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