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marina rivas
Miércoles, 22 de mayo 2019, 00:37
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Cada vez que se le pregunta sobre su casa, Minnesota, se pone la mano sobre el corazón.Aunque en su caso tiene dos y ambos los ocupa su familia. El segundo es uno de sus tatuajes más llamativos (más allá de la 'A' en el cuello por la inicial de su nombre): literalmente tiene el órgano del corazón dibujado en su antebrazo izquierdo y de sus venas salen los nombres de sus más allegados. Angelique Robinson, sin ser consciente, ya ha hecho historia en el Unicaja femenino al ser su primer fichaje norteamericano. Llegó para reforzar al equipo cara al tramo final de Liga y cumplió con creces con el objetivo del ascenso.
Su momento culmen fue en la fase de ascenso que acogió Los Guindos el pasado fin de semana, cuando su tope fue de 31 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 35 de valoración ante el CAB Estepona en el duelo final. 'MVP' del partido en el que su principal cualidad, más allá del tiro de dos, estuvo en su inteligencia para conseguir faltas a su favor en el tramo final para asegurar algún que otro tiro libre (13 de 15 sumó). Todavía no sabe qué será de ella en el futuro, pero de momento su meta más cercana es clara: «Sí, me gustaría estar aquí. Espero seguir».
futuro
Es curioso cómo una jugadora que ha llegado casi a lo más alto de repente forma parte de un proyecto en pleno crecimiento. Así comenta este cambio la jugadora: «Es difícil para mí porque he jugado en el nivel más alto y venir a este nivel… Pero creo que las chicas y el equipo me han hecho mejor persona y jugadora y es genial. Me alegro de formar parte de algo grande y que va para largo…».«El año que viene vamos a ganar la segunda división y vamos a llegar a lo más alto. Así que formar parte de esto es genial», se aventura incluso a decir a pesar de que todavía no se ha estructurado la plantilla para la próxima campaña.
Robinson es así. Pese a un aparente carácter calmado, tanto dentro como fuera de la cancha de repente tiene arranques de espontaneidad. Como excusa, al igual que para sus tatuajes, explica que es muy creativa, aunque no demasiado habladora pese a haber estudiado Comunicación en la Universidad de Marquette, en Milwaukee. Allí, en su equipo de la NCAA, ya empezó a escribir su historia como jugadora. La escolta cajista entró en el Salón de la Fama de su universidad al convertirse en la primera jugadora de su historia en superar los 1.500 puntos, 500 asistencias y 250 robos. Todo ello en 134 partidos defendiendo su camiseta. Aquella estelar actuación llevó a captar la atención del New York Liberty, que la seleccionó en el Draft de la Women NBA en 2011 (igual que en el caso de la NBA masculina, esta es la liga femenina más potente del mundo).
Sin embargo, no tuvo suerte allí. Así lo explica: «Fue una experiencia muy corta, estuve 'drafteada' en 2011 con un equipo muy bueno… Fue una oportunidad, pero no fue posible continuar mi carrera en la WNBA, pero conocí grandes jugadoras. Ellas me ayudaron a dar el paso y a continuar mi carrera en Europa». Ante una liga tan potente, la americana optó por cruzar el charco y buscar una nueva casa en la que contara con más minutos y más posibilidades de juego. Eso la llevó a Turquía, Suiza, Suecia... E incluso a España, donde llegó el pasado año para militar en el Campus Promete de Logroño (entonces militaba en la Liga Día). En su etapa en este equipo conoció el Unicaja. «Mi 'coach' en el Campus Promete me habló de Málaga, me dijo todas las cosas buenas de la ciudad. Estoy aquí por él». Una recomendación que nació del interés que la americana generó en el Unicaja, que buscaba una jugadora de sus características, y no dudó en contactar con su representante.
Aunque lleva años ganándose la vida como profesional, sus orígenes son muy humildes. Robinson es la primera gran deportista de su amplia y humilde familia (tiene cuatro hermanos y tres hermanas), aunque alguno que otro sí tanteó el baloncesto y el fútbol americano en el colegio. En cuanto a sus primeros recuerdos con el baloncesto, rememora: «Empecé con 7 u 8 años jugando con chicos, hasta que a los 10 encontré un equipo femenino. En aquel momento apenas había programas femeninos en Estados Unidos. El baloncesto era un deporte predominantemente masculino». A pesar de ello, nunca abandonó su sueño y tampoco piensa dejarlo de momento, porque a pesar de sus 30 años sigue llevando una niña dentro: «Mucha gente dice que soy mayor, pero yo creo que soy muy joven. Estoy en forma y saludable. Todavía me queda una larga carrera».
Nombre y apellidos. Angelique Robinson.
Lugar y fecha de nacimiento. Minnesota, 13 de mayo de 1989.
Posición y altura. Escolta, 1,70.
Estudios. Estudió Comunicación en la Universidad Marquette, de Milwaukee.
Sus estadísticas entre la 'final-four' y fase de ascenso con el Unicaja. Promedio de 18 puntos, 5,2 rebotes y 16,8 de valoración.
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