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Donde dije digo, digo Diego

Cinco contra cinco ·

BERNI RODRÍGUEZ

Martes, 3 de octubre 2017, 00:44

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Mi padre siempre me lo explicaba de manera muy sencilla: «Son dos pasos, pero tres apoyos». Fácil y directo. De esa manera aprendí una de las normas más características de nuestro deporte y que a su vez es una de las que suele tener más controversia a la hora de ser señalizada.

Todo cambió hace unos años cuando se suprimió ese «tercer apoyo» para sorpresa y desilusión de muchos. Se liquidaban de un plumazo recursos técnicos como reversos, pie cambiado y movimientos al poste bajo, con lo complicado que además resulta deshacerse de ellos cuando son ya acciones adquiridas desde bien jóvenes.

Pregúntenle sobre esto a mi amigo Germán, que estaba tan triste que pasó de optar a ser primera bailarina del ballet ruso a Chiquito intentando no cometer pasos (se cuenta que hasta hizo un 'casting' para 'El lago de los cisnes'...).

Y es que donde dije digo, digo Diego. Para esta nueva temporada vuelve el 'paso 0', denominación mucho más comercial que el tercer apoyo de mi padre, para alegría de todos los jugadores, y como no puede ser de otra manera, para los espectadores. Habrá muchas menos interrupciones durante los partidos por esta infracción y veremos de nuevo detalles técnicos para delicia de los que nos gustan los jugadores talentosos que explotan cada norma al máximo.

En el Carpena iremos viendo ejemplos de lo que hablamos, cuando Nedovic o McCallum puedan hacer todos sus movimientos sin miedo a los pasos o cuando los interiores como Shermanidi o Augustine jueguen de espaldas al aro o continúen tras un bloqueo con confianza y sin contar cuántas veces ponen los pies en el suelo. El propio Carlos Cabezas limitó su famoso y efectivo reverso en medio de la zona para tirar en estos últimos años. ¡Cuántas canastas nos dio!

No quiero olvidar el trabajo de enseñanza que tienen por delante los entrenadores de formación, con el maravilloso quebradero de cabeza que supone para ellos. Deben estudiar bien la norma para poder aplicarla de manera efectiva y darles recursos a sus niños para explotarla. El que antes la aprenda y la ponga en acción en la pista, más ventajas sacará. Todo un reto. Por otro lado, me gustaría exponer aquí una reflexión al respecto de todo el debate que pueda surgir a raíz de este 'paso 0'. No creo que el objetivo de hacer este cambio deba de ser el acercarnos al baloncesto NBA, como alguno sugiere, y sí en cambio para mejorar nuestro baloncesto FIBA. Debemos tener nuestra identidad propia y potenciarla.

Para acabar y volviendo a la norma, no se preocupen demasiado si no se enteran, ya que algunos que en teoría sabemos de esto muchas veces tampoco entendemos nada. Simplemente disfruten.

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