Borrar

ESCASA OPOSICIÓN

MARTÍN URBANO

Lunes, 5 de febrero 2018, 00:52

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La alarmante falta de ambición del UCAM Murcia, que se puso de manifiesto a partir del segundo cuarto, facilitó mucho las cosas a un Unicaja que basó esta nueva victoria en un menor número de pérdidas y un mayor acierto desde la línea de tiros libres. Destacar en un partido de tono general discreto algunos minutos brillantes de Shermadini, que mantiene su idilio con los tiros libres.

El cuadro malagueño arrancó ayer con un quinteto extraño, que incluía a Soluade como escolta y a Shermadini de 'cinco'. El pívot georgiano puso enseguida en dos faltas a su defensor y era la referencia del ataque malagueño. Con el paso de los minutos y tras la segunda falta de Díaz, la defensa local dejó de presionar y el conjunto murciano, que anotaba cómodamente, llegó al final del primer cuarto por delante de un Unicaja que jugaba con los suplentes y tenía en cancha a Díez como 'cuatro'.

En el comienzo del segundo cuarto la defensa local mejoró mucho, lo que limitó la anotación murciana y permitió contraataques al Unicaja, que anuló enseguida la ventaja visitante. Como los murcianos reaccionaron, por fin Plaza dio el paso de poner juntos a Augustine y Shermadini y el equipo vivió unos minutos brillantes, aunque luego, con Soluade como base, volvió a perderse en los minutos previos al descanso.

Tras la pausa, volvió Díaz a la dirección y su equipo recuperó la presión defensiva y la ventaja en el marcador. Muy pronto entró Shermadini, que era hasta el momento el mejor jugador del partido, aunque igual que a Díaz, las faltas le impidieron la continuidad que ellos merecían y el equipo necesitaba. Sin estos dos hombres, el partido perdió calor, por más que el Unicaja, fallo tras fallo de su rival, aumentó mucho su ventaja. El escaso interés del último cuarto estuvo centrado en ver 10 minutos seguidos a Viny Okouo, con el resultado totalmente decidido. Ni la paciencia del técnico ni la actuación del jugador dieron para tanto y el pívot canterano acabó el partido en el banquillo, mientras en la cancha el espectáculo era cada vez más pobre.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios