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Luis Casimiro posa en la pista del Palacio de los Deportes antes de un entrenamiento. Félix Palacios
Luis Casimiro: «Ganar la Copa con el Unicaja es un sueño, y mis sueños se cumplen»

Luis Casimiro: «Ganar la Copa con el Unicaja es un sueño, y mis sueños se cumplen»

Busca hacer historia como el primer técnico español en ganar los tres títulos nacionales sin entrenar al Barcelona ni al Real Madrid

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Domingo, 10 de febrero 2019

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De sonrisa fácil, pero seriedad constante, nada en Luis Casimiro suena a contradicción. Es pura normalidad, un tipo corriente que se considera un privilegiado por poder vivir de lo que más le gusta. Afable en el trato, pero exigente en su trabajo, el entrenador del Unicaja maneja un vestuario como pocos en el baloncesto español. «Para valorar mi trabajo yo siempre digo que le pregunten a mis ex jugadores, esa es la mejor forma de conocerlo», espeta con la satisfacción de veinte años de carrera con éxitos fulgurantes –como la conquista de la Liga en su debut en la élite o la clasificación del Gran Canaria para la Euroliga–, y temporadas a destajo con equipos modestos con los que cumplió los objetivos, aunque también hubo decepciones y alguna que otra frustración.

Mientras desayuna antes de comenzar una importante sesión de trabajo en el Carpena, por la carga táctica que prevé, la conversación gira por lo personal, entre datos que no suele manejar («vivo el presente, me importa el día a día y no me fijo en lo demás», se sincera), anécdotas que pide no revelar, pero que dicen mucho de quién es Luis Casimiro en el mundo del baloncesto, y opiniones que mantiene luego cuando la grabadora enciende la luz roja para una entrevista jugosa a escasos días de poder hacer historia.

El reto es mayúsculo, pero le fascina cuando averigua el motivo de nuestra cita, acordada con antelación dado el volumen de trabajo en estos días. El próximo domingo se puede convertir en el primer técnico español en ganar las tres competiciones nacionales (ganó la Liga con el Manresa y la Supercopa con el Gran Canaria) sin haber entrenado al Real Madrid ni al Barcelona. A Casimiro se le ilumina el rostro con el simple enunciado de esa posibilidad que se puede hacer realidad en tres partidos, y en su mente bulle ya un solo pensamiento, que después de asimilarlo lo desbroza con inteligencia, pues no hay un torneo donde la motivación cuente más que éste cuya actual edición arranca el jueves en Madrid. «Ganar la Copa del Rey con el Unicaja es un sueño, y mis sueños se cumplen». Ahí queda eso.

Esta temporada la afición ha atravesado por todos los distintos estados emocionales posibles a raíz de la trayectoria seguida por el Unicaja: entusiasmo, ilusión, flechazo, enamoramiento, desengaño, frustración... ¿Para usted ha sido algo parecido?

–No, yo no puedo vivir en esa montaña rusa, me tengo que mover en el trabajo coherente, en la responsabilidad y en intentar ayudar al equipo en lo que necesita en cada momento.

«Tenemos que afrontar la Copa con la máxima ambición; da igual como lleguemos»

Después del brillante e inesperado comienzo de temporada, ¿qué razón argumenta para explicar el bache de juego del equipo?

–Ha habido un poco de todo. Empezamos con unas expectativas que en principio eran muy bajas y el equipo empezó muy bien, luego los rivales te empiezan a poner trampas, por decirlo de alguna manera, a tu forma de jugar, y evidentemente las lesiones han cortado ese ritmo que llevábamos. Además, hay que tener en cuenta que a lo largo de una temporada los propios jugadores van cambiando, unos bajan, otros suben, y no siempre estamos todos al mismo nivel de forma o confianza, y eso es normal en un grupo en una temporada larga. Mi misión es ir campeando de alguna u otra forma la situación para tener al equipo donde lo tenemos.

¿En algún momento de estos dos últimos meses mostró en privado excesiva preocupación por el juego del equipo?

–No, lo que me preocupa es que pueda darle al equipo lo que necesita en cada momento a nivel baloncestístico y a nivel de dirección de grupo. No soy muy de datos, pero creo que lo máximo que llegamos es a perder tres partidos seguidos… Vaya por delante que entiendo a los que dicen lo contrario, pero en ese periodo de aparente crisis no era tanto de resultados, sino de sensaciones y por la forma de jugar, ahí no puedo decir que no. Pero no podemos olvidar una cosa: el equipo sigue vivo en todos lo frentes.

En esa travesía del desierto, ¿se planteó algo para cambiar la dinámica?

–El mayor cambio vino con la posición de Lessort al puesto de '4', y eso nos ayudó a ganar algún partido, como por ejemplo el del Estrella Roja, pues ellos no se esperaban esa variación táctica, fue un momento en el que nosotros podíamos estar faltos de confianza. La idea era hacerlo en el tiempo, porque había que ajustar bastantes cosas tácticas, porque es un '4' muy físico pero no tiene tiro de fuera, pero en ese momento se precipitó la decisión porque alargamos la rotación del '4' y nos dio más presencia. Ese ha sido el mayor cambio, pues lo demás ha sido ayudar al jugador cuando lo necesitaba y alguna situación estratégica puntual, pero ningún cambio brusco.

«El partido frente al Tenerife de Liga nos puede venir bien en la Copa... por la motivación»

Si ha habido una jornada en el que la tristeza inundó el Palacio de los Deportes fue el día de Reyes frente al Tenerife al perder por 17 puntos, su rival este jueves en la Copa. ¿Hay una espina clavada? «A la hora de preparar el partido tienes que ser objetivo, frío –esboza Casimiro–, y pensar en lo que tenemos que hacer, no en llevarte por los sentimientos. Sí es verdad que a la hora de la motivación nos podría venir esa derrota dolorosa en casa, porque no competimos en el segundo tiempo, estuvimos bien hasta el descanso, pero luego nos rompemos, y fue doloroso porque de las pocas veces que no compites lo haces ante tu público. Como profesional tengo que preparar el partido independientemente de los sentimientos que pueda tener por aquella vivencia».

Bueno, se produjo un fichaje, el de Ryan Boatright, que vino para ayudar en la faceta anotadora y se le ve más como director de juego...

–Yo quiero que aparezca el mejor Boatright, porque no puedo cambiar a un jugador; sabiendo sus características lo que pretendo es adaptarlas al equipo, pero nunca cambiar su juego. Hasta ahora hemos visto destellos de él, pero no está para dar lo mejor de él todavía. Hay que darle tiempo. Empezó dando esos destellos, ahora parece que ha bajado, quiero al mejor Boatright al servicio del equipo, no que haga otra cosa, intento sacar lo mejor de cada uno, pero siempre al servicio del equipo. Llegó bien, con frescura, pero el trabajo físico, los viajes y demás han provocado que ahora no tenga esa frescura; también tiene que encontrar su espacio, como todos, en un equipo que ya funciona, que tiene sus automatismos… Y él necesita su proceso de adaptación que espero sea lo más rápido posible.

«Siempre digo que cuando quieran saber cómo trabajo que le pregunten a mis ex jugadores»

¿Se alegra especialmente de la recuperación de Jaime Fernández?

–Claro, de cualquier jugador. Me alegra, pero como del resto. Cuando todos están al máximo nivel es una garantía.

Los jugadores hablan bien de usted, me imagino que eso siempre agrada...

–Siempre digo que cuando se hable de algo respecto a mí que se lo pregunten a mis ex jugadores, son los que realmente saben cómo trabajo. Los actuales no cuentan, por razones evidentes, pero los ex suelen ser fieles a lo que vivieron. Aunque seguro que si abro el armario alguno habrá que hable mal, es imposible que todos hablen bien de ti… Intento ser abierto para tener comunicación con ellos y al mismo tiempo ser exigente, ahí está la dificultad de compatibilizar ambas cosas.

Se comenta la virtud que usted tiene para expresar con palabras lo que el jugador quiere escuchar en cada momento.¿Es un sexto sentido?

–A veces pienso eso que dices, es expresar lo que sientes en cada momento, puedes llamarlo un don, un sexto sentido, y como el talento se tiene o no se tiene. Si miro atrás en situaciones que se han producido veo que no las llevo preparadas, y el jugador detecta que eso no es una pose, es porque me nace de dentro y lo expreso así, es la mejor manera de no equivocarse, porque los sentimientos lo perciben ellos y es una manera de transmitir si tienes ese 'feeling'.

«¿Un don o sexto sentido? La mejor manera de no equivocarse es expresar lo que uno siente, sin pose»

¿Cómo llega el equipo a la Copa?

–Tenemos que afrontar la Copa con la máxima ambición independientemente de cómo lleguemos. Nunca sabes si el equipo que peor llega puede ser luego el campeón, hay casos recientes que lo confirman. Mentalmente tenemos que ir al máximo pensando que podemos hacer lo máximo posible. Las dos últimas victorias, frente al Madrid y al Manresa, logradas en el último instante dan confianza y ayudan.

¿Qué significa la Copa para Casimiro?

–¿A nivel personal? Primero es un objetivo cumplido, tener al Unicaja en la Copa del Rey, un torneo de un prestigio tremendo, me hace motivarme, y tengo el sentimiento de tener la obligación de intentar lograr algo en tres días, es algo que está al alcance en poco tiempo aunque sean tres días complicados.

En su caso, además en una edición en la que puede hacer historia como el primer entrenador español en ganar los tres títulos nacionales sin entrenar al Barça o al Madrid.

–No sabía ese dato hasta que me los has dicho tú. No se me había ocurrido nunca. El reto es muy bonito, y ahora que lo dices es más que un reto, pues de conseguirlo sería un hecho histórico, que aunque no vivas de ellos sí que gustan porque sirven para reafirmarte en lo que estás haciendo.

Un reto a la altura de cuando ganó la Liga con el Manresa.

–Firmaba esto ahora mismo, ser el debutante en la final de nuevo con suerte porque signifique ganar el título, como pasó en la Liga ACB. Antes de que comience la competición lo que planteas es un sueño, y por qué no soñar, luego la realidad te pondrá en tu sitio, muchas veces los sueños se cumplen. Ganar la Copa con el Unicaja es un sueño, y mis sueños se cumplen habitualmente. Puedo soñar porque duermo bien, y no me llevo nada a casa. Si tengo algo, lo saco, me refiero al tema deportivo. A la vista está que mis sueños se cumplen, desde pequeño tienes un hobby que lo haces tu profesión, mis padres lo pueden decir, era un sueño vivir del baloncesto, mi padre me decía que me dedicara a otra cosa… Lo que nunca soñé es poder vivir a este nivel tanto tiempo. Pensaba que podría dedicarme veinticuatro horas a un equipo y ya me iba bien Don Benito en Segunda División… Y eso me trajo hasta aquí, así que es un sueño cumplido. En mis mejores sueños creo que nunca hubiera imaginado ganar la Liga, y sin embargo, la gané, y tuve la suerte de ganar más cosas….

«El desayuno ha merecido la pena...» Es la última frase de Luis Casimiro, un tipo que suena a verdad.

Ocho participaciones, tres seguidas, y 4 semifinales

Luis Casimiro nunca ha jugado una final de la Copa del Rey, pero tiene una relación especial con el torneo, ya que se da la curiosidad de que a todos los equipos a los que ha clasificado los ha llevado a semifinales. Ocurrió con el Manresa en la edición de Valladolid'98, con el Pamesa en Málaga'01, con el Estudiantes en Madrid'09 y con el Gran Canaria el año pasado, además como anfitrión. Toca hacerlo ahora con el Unicaja...

«No sabía ese dato. Acepto cumplir con la tradición (jajaja, risas), pero tengo la espinita clavada de que nunca he jugado una final de Copa. He vivido todo tipo de experiencias en la Copa, pero nunca jugué la final. He vivido la experiencia de jugar finales de Liga, Supercopa e incluso de competición europea, pero no la final de la Copa. Me gustaría tener esa vivencia de jugar una final de Copa con el Unicaja», comenta Casimiro, que en sus siete participaciones anteriores, las últimas tres seguidas, avanzó hasta semifinales en cuatro ocasiones.

Hay otro dato relacionado con el Unicaja, ya que la primera vez que el cuadro malagueño superó los cuartos de final, con Maljkovic en el banquillo, fue a costa del Pamesa de Casimiro en 2002, y la segunda vez que el club de Los Guindos disputó la final de Copa, en 2009 con Aíto de entrenador, fue al eliminar en semifinales al Estudiantes de... Luis Casimiro.

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