El Unicaja no pasa un verano sin su particular culebrón y el de este año afecta de lleno a Vladimir Golubovic, el pívot montenegrino elegido para formar pareja con Fran Vázquez. El jugador ya estaba fichado, así lo anunció su agente y después el propio club malagueño, pero al final todo se enredó por el famoso derecho de tanteo, que permite a su anterior club en la ACB mantener los derechos de un jugador para la competición.
Eso es lo que ocurre con el CAI y el pívot de 2,12, que jugó tres semanas en el club maño en la temporada 2011-2012. En Zaragoza están dispuestos a entorpecer el fichaje del exjugador del Aykon TED Ankara y quiere mantener hasta el final sus opciones de quedarse con los servicios del pívot. El conjunto zaragozano igualó la oferta planteada por la entidad de Los Guindos y tiene hasta hoy para presentar el contrato ante la ACB y así formalizar la inscripción de Golubovic. El problema es que el jugar no está dispuesto a firmar el contrato con el CAI, ya que su intención es competir en la Euroliga con el Unicaja.
La posición de fuerza del CAI ha obligado al Unicaja a llegar a un acuerdo con el club rival. Pese a que desde el CAI se insiste en que su intención es fichar al jugador e incorporarlo a la plantilla, lo cierto es que ven con buenos ojos recibir una compensación económica del club malagueño, algo que se tendrá que concretar en los próximos días. En los últimos años, la política del club malagueño ha sido no abonar cantidades a otros clubes por traspasos o por acuerdos para evitar el derecho de tanteo, pero en esta ocasión existe el riesgo de perder a un jugador que ya se tenía fichado. En caso de que este acuerdo entre el Unicaja y el CAI no se termine materializando, el jugador no jugaría ni en Málaga ni en Zaragoza y tendría que continuar su carrera fuera de la ACB, pero en el Unicaja no se contempla esta opción.