Ahora es Dragic el que flirtea con la NBA y, probablemente el próximo verano será Jayson Granger. El base del Unicaja está ante la temporada clave de su carrera y lo sabe. Por eso ha llegado a la pretemporada en un estado de forma excepcional, y no precisamente fruto de la casualidad. Acabó la temporada, se fue a la Liga de Verano de la NBA y solo ha descansado dos semanas.
Si el año pasado fue la gran revelación de los fichajes realizados, este está ante la temporada de su confirmación a nivel internacional, pues no solo está en el radar de la liga americana, sino también en el de algunos de los grandes clubes europeos. Acabará contrato en junio de 2015 y el Unicaja tiene una opción para retenerlo.
Granger no se ha descuidado, su físico sigue tan sólido como acostumbra y llega fortalecido mentalmente tras la fallida experiencia con los Cleveland Cavaliers en la Liga de las Vegas. Le prometieron jugar muchos minutos para poder así lucirse, pero con David Blatt en el banquillo la realidad fue muy distinta. «Este verano he trabajado mucho y no he descansado casi nada. Vengo a aportar lo mejor de mí en cada entrenamiento y en cada partido. Daré lo mejor porque tengo claro que este va a ser un año muy importante para mí. Ahora mismo no pienso mucho en la NBA u otra cosa porque me queda un año más de contrato en el Unicaja y trato de vivir el presente. Mi único objetivo es que el equipo consiga acabar lo más arriba posible y me corresponde ayudar al máximo. Lo de la Liga de Verano no me decepcionó, en absoluto; en realidad es que me motivó bastante sobre todo a la hora de entrenar mucho más en verano. Este, por ejemplo, solo he descansado dos semanas, y espero que eso se note y sea bueno para el equipo», explicó.
Nuevo compañero
Y en un año clave para él, el Unicaja le ha buscado un nuevo compañero, el serbio Markovic, al que considera un complemento perfecto para su juego. «A Markovic lo conocía y no me ha sorprendido su rendimiento en el Mundial. Nos hemos enfrentado cuando él estaba en el Valencia y también coincidimos en algún campus. Es un jugador muy bueno y no tengo dudas de que se va a acoplar muy bien al equipo. Es cierto que tiene cualidades distintas a las mías y los dos trataremos de hacer nuestro trabajo para que el equipo siga creciendo», dijo a SUR en una conversación tras un entrenamiento en Benahavís.
El base uruguayo, que acaba de cumplir 25 años, tendrá un papel clave en que el nuevo juego interior del equipo carbure como lo hizo el año pasado, pues él y Markovic se encargarán de suministrarles balones. «El juego interior es casi nuevo y eso se nota, así que debemos alcanzar una buena conexión con ellos, que conozcan el estilo del equipo y también de Joan (Plaza). Esta semana nos va a venir muy bien para ello, aunque la realidad es que hasta ahora la adaptación va bien porque son buena gente y buenos profesionales. Se les ve con actitud», destacó Granger.