Malaga CF

Adiós al sueño de Unicaja

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/ Carlos Díaz-Recio | Optasports

  • El Unicaja se hunde en el último cuarto y se queda fuera de la final de la Copa (87-79)

Cuando ustedes estén leyendo estas líneas la plantilla del Unicaja estará haciendo las maletas. Será un viaje duro, con pocas bromas y con la sensación de que se perdió una gran oportunidad de haber alcanzado el sueño de jugar la final de la Copa del Rey. La derrota ante el Barcelona (87-79) acabó con ese gran objetivo que este año parecía más accesible que otras veces. El liderato en la Liga, las sensaciones que desprende el equipo, el buen partido ante el Bilbao; todo pintaba muy bien, quizá demasiado. A riesgo de equivocarnos parece complicado que se den tantos factores a favor para que el Unicaja acuda a una Copa del Rey con tan buenas sensaciones para pelear por el título. Y a pesar de esto, no se le puede poner ni un pero a la actuación del equipo de Plaza en la cita de Las Palmas.

Sin embargo, hay otros factores más importantes que las sensaciones y el deseo de ganar, y que en esto del deporte tienen un peso determinante. Como el potencial deportivo del Barcelona, que resolvió el partido en el último cuarto con un hombre como Lampe, al que se dio el lujo de reservar en los cuartos de final. El pívot croata y el talentoso Hezonja acabaron en los últimos siete minutos con las opciones de victoria del Unicaja. Aparecieron justo en el momento en el que el equipo de Plaza tenía desconcertado a su rival (62-68). A partir de ese momento, llegó el desplome. Un parcial demoledor de 23-11 enterró cualquier posibilidad de victoria para el Unicaja. El equipo malagueño, que controló el partido desde la línea de tres puntos durante tres cuartos, fue perdiendo el equilibrio en su juego echando en falta la aportación de jugadores como Vázquez o Golubovic, y lo que es peor, cometiendo errores en defensa que su rival no dudó en aprovechar.

Plaza optó en el arranque del partido por reservar a algunos de sus mejores elementos. En el banquillo se quedaron Granger y Vázquez, por ejemplo, y dispuso un quinteto duro, de pelea, con Markovic, Golubovic, Suárez, Thomas y que Toolson completó. El Unicaja apretaba, pero algunos desajustes defensivos en las ayudas permitieron tiros cómodos de Deshaun Thomas desde las dos esquinas. El alero estuvo perfecto y logró tres triples (15-10). El equipo malagueño aguantó el tipo a base de esfuerzo y peleando bien en el rebote defensivo. La entrada de Granger y Vázquez equilibró las fuerzas y el primer cuarto se cerró con 18-15 después de un triple de Huertas.

La tendencia al alza del Unicaja se mantuvo en el segundo acto, y aunque Hezonja hizo daño, la defensa del equipo malagueño terminó por imponerse. Lo mejor llegó en ataque con un sensacional acierto desde la línea de tres puntos -seis triples anotó en el segundo acto-. A los catorce minutos Pascual tuvo que parar el partido con el Unicaja mandando en el marcador después de un parcial de 2-10 (24-28). El conjunto catalán apretó en defensa, pero no encontró facilidades en el planteamiento del cuadro de Plaza, que reboteó bien y mantuvo su acierto en el tiro. Destacó Green, que se multiplicaba en las dos partes del campo, y Kuzminskas, cómo no, perfecto en sus acciones, aunque lo malo vendría después. Ambos anotaron desde la línea de 6,75, también Stefansson, que acabó la primera parte de base y dio la máxima diferencia a su equipo al borde del descanso (32-39). Un par de canastas de Navarro evitaron que el Unicaja ampliase su renta (34-39).

La imagen del conjunto malagueño en la primera parte fue muy sólida, aunque su apuesta por el triple era arriesgada (9/16). Un porcentaje del 56% era difícil de mantener. Como se vio, por desgracia, en la segunda parte.

Como era de esperar, el Barcelona se aplicó en la defensa de su perímetro tras el castigo que sufrió en la primera mitad. Llegaron los problemas para el equipo de Plaza, cuya producción ofensiva se ralentizó. Tomic y Oleson remontaron el partido para el Barcelona. El primero hizo mucho daño debajo de la canasta y el segundo, además de secar a Toolson, anotó dos triples que empataron el duelo a 51. Plaza optó por sentar a Vázquez, pero no metió en pista a Golubovic, sino a Germán Gabriel. El malagueño, con su inteligencia, supo entender al pívot croata, que se ofuscó ante el último fichaje del Unicaja. Con la insistencia de Will Thomas y el acierto Kuzminskas, el cuadro cajista frenó al Barcelona y empató el partido antes del último cuarto (59-59).

El planteamiento de Plaza desconcertó un tanto al rival, momento que aprovechó el Unicaja para estirarse (62-68). Ahí se quedó el Unicaja que no supo hacer frente a la respuesta del Barcelona, que sentó a su torre, Tomic, y jugó lo que quedaba de partido con Lampe como hombre más alto. Hezonja, además, castigó desde las esquinas cada fallo de la defensa de Kuzminskas. Un parcial de 11-0 puso por delante a los azulgrana a cinco minutos del final (73-68). Dos tiempos muertos consecutivos no pararon la sangría. El equipo malagueño se descompuso y el Barcelona lo remató con otro triple más de Hezonja (85-72), para establecer la máxima diferencia a dos minutos del final. Ahí se esfumaron las opciones de victoria y se esfumó el sueño de la final.