Malaga CF

En Los Guindos se fragua una nueva hornada

Todos los componentes del campus de tecnificación que dirige Antonio Herrera.
Todos los componentes del campus de tecnificación que dirige Antonio Herrera. / Fernando González
  • Las mejores promesas del Unicaja se pulen bajo las órdenes del asistente de Plaza, Antonio Herrera

El Unicaja de la próxima temporada ya ha comenzado a trabajar. Sí, porque algunos de los once jugadores que durante estos días se preparan a las órdenes de Antonio Herrera en Los Guindos puede que se dejen ver en los entrenamientos con Joan Plaza en algún momento. El asistente del técnico barcelonés dirige por segunda temporada a un grupo que reúne a lo mejorcito de la cantera del equipo malagueño en edades séniors y júniors.

Se trata de pulir detalles, mejorar conceptos y, algo importante, extender la dinámica de trabajo del primer equipo a todos los conjuntos de la cantera. Con esto se pretende minimizar la adaptación de los jugadores cada vez que suben de categoría o incluso alcanzan el conjunto ACB. Con una línea de trabajo y una misma filosofía, todo es más fácil.

En el grupo hay nombres conocidos para los aficionados del Unicaja como Alberto Díaz, Romaric y Viny Okouo, pero hay una nueva remesa de jóvenes talentos como Manu Vázquez, Franco Acosta, Ignacio Rosa, Víctor Aguilar, Christian Uta, Carlos Corts, Luis Eugenio García y Ablaye Saw. Ellos probablemente serán la siguiente oleada de canteranos que saltarán a la opinión pública al alternar el primer equipo con sus conjuntos de formación.

Reducir distancias

Pero ese salto hasta el profesionalismo es muy grande, quizá demasiado, y ese es precisamente uno de los objetivos del mes y medio de trabajo que afrontan ahora en Los Guindos, tal y como explica Antonio Herrera. «Intentamos que el jugador sea consciente de su realidad en ese objetivo de que sea profesional en el primer equipo del Unicaja o en cualquier otro. Por eso, comparamos mucho a través de vídeos o estadísticas lo que son ellos respecto a otros jugadores que actúan en su misma posición es capaz de hacer en el primer equipo. Esto les sirve de motivación para acortar ese camino que les separa de ese objetivo que es alcanzar el primer equipo. Cuando el jugador llega al primer equipo, algunas de las pautas o los términos de algunos conceptos eran diferentes. Por eso queremos agrupar a más entrenadores en el trabajo de verano para que todos hablemos el mismo idioma. Es como una Universidad de verano para ayudarles cara a hacer la pretemporada con el primer equipo o una futura convocatoria, si se diese el caso», declara.

Algunos jugadores han confirmado durante la temporada que la apuesta por ellos está siendo válida. Pero ese objetivo de mejora lleva implícito también un mayor esfuerzo. Lo sabe Romaric, que ha ido ‘bajando posiciones’. Otra de las técnicas empleadas es compararlos con los que pueden ser sus referentes al máximo nivel, es decir, jugadores ya consagrados. Si a Romaric el año pasado se le insistió para destacar sus cualidades de alero, ahora se le hace jugar de escolta y base. «En el primer campus hacía trabajo de ‘tres’ como David Moss, y ahora queremos hacerle bajar una posición para que actúe de escolta e incluso como base. Para él es más complicado, pero su evolución va por ahí. Por eso ahora lo comparamos con Sonny Weems, que tiene un físico similar, pero que tiene mejor manejo de balón. A Cristian Uta, que es un pívot nato, pero inteligente, lo comparamos con Tomic, y con Viny, lo comparamos con Biyombo», revela Herrera.

La misma técnica se emplea con Carlos Corts y Luis García, dos jugadores de los que se espera den un salto de calidad en la toma de decisiones al ser bases, porque fundamentos técnicos ya tienen. Rosa, Manu Vázquez y Franco tienen objetivos comunes. Se intenta bajarles sus posiciones, aunque pierdan muchos balones y les cueste. Para ellos la comparación es con jugadores del primer equipo a nivel estadístico.

Pero todo este esfuerzo caerá en saco roto si luego no hay una salida al primer equipo. Antonio Herrera lo ve desde otro prisma, e insiste en que el objetivo debe ser que cuando llegue ese momento los jugadores estén preparados. «Si en estos momentos hay una distancia grande, nosotros debemos reducirla, no sé si en un metro o en dos, pero todo lo que se haga es bueno. Ayudamos a que estén preparados. Creo de que el hecho de que estén aquí, cerca del primer equipo, es muy motivador».