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SÓLO DETALLES

MARTÍN URBANO

Lunes, 12 de noviembre 2018, 00:03

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Con diez rebotes ofensivos menos que el rival y un pobre 42% de acierto en los tiros, la victoria sólo puede llegar si el equipo que tienes enfrente es tan débil como el Cafés Candelas Breogán, que falló aún más tiros que el Unicaja. En el plano positivo, el acierto desde la línea de tiros libres, las escasas pérdidas, la calidad de Fernández, el esfuerzo de Suárez y chispazos de Roberts y Shermadini, detalles puntuales que fueron suficientes ayer para superar, en cancha propia, a un equipo que solo aspira a mantenerse.

Casimiro arrancó con toda su artillería y con Milosalvjevic, dentro de esa campaña intensiva de apoyo al alero serbio, que si no acaba por despegar definitivamente no será por falta de confianza de su entrenador. Como Shermadini sufría más de la cuenta en su emparejamiento con Jordan, pronto se fue al banquillo sustituido por Lessort. Curiosamente, hasta que el Unicaja no tuvo una mayoría de suplentes en cancha no llegó el primer tirón local.

En el comienzo del segundo cuarto, los dos equipos perdieron el control y carrera va, carrera viene, se sucedían los errores en ambos lados del campo, aunque el Unicaja seguía aumentando su ventaja. Luis Casimiro debió pensar que ni jugando mal se le complicaría el partido y se animó a poner en cancha a Okouo, al que acompañó enseguida con sus titulares. Lo cierto es que el técnico local, tras semanas sin contar con él, rodeó al congoleño de las mejores circunstancias en su regreso al juego.

Después del descanso, el duelo directo entre Shermadini y Jordan volvió a acaparar la atención general. Como ya ocurrió en la primera mitad, Lessort volvió a entrar por el georgiano, pero su equipo no recuperaba la concentración en defensa, abusaba del tiro exterior, tardaba en volver a defender y perdió ventaja en el electrónico. Como el Unicaja, además, cedía muchos rebotes debajo de su aro, el cuadro gallego seguía acercándose. En el comienzo del último cuarto, la remontada visitante se chocó contra Shermadini debajo del aro local, aunque su perímetro seguía insistiendo. Afortunadamente, una vez más, los puntos de Jaime Fernández fueron suficientes para compensar los errores de su equipo atrás

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