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La teoría del ex

La teoría del ex

Cinco contra cinco ·

berni rodríguez

Martes, 13 de marzo 2018, 00:26

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La mayoría de nosotros a lo largo de nuestras vidas hemos tenido o tendremos varias relaciones sentimentales ya sean de mayor o menor intensidad. Son esas personas que han sido parte de nuestras vidas, algunas veces para bien y otras para no tan bien, pero que en cualquier caso pertenecen a la historia de cada uno y nos marcan. De lo que hoy me gustaría hablar es de la reacción que se tiene al encontrarse con esa persona, con ese o esa ‘ex’ (prometo acabar relacionándolo con baloncesto).

Seguro que saben de lo que les hablo cuando les digo que están los que, sabiendo que se producirá el encuentro, quieren destacar, llamar la atención, estar guapos y elegantes, como diciendo «mira lo que te estás perdiendo». Otros se limitan a la indiferencia, a pasar de todo ya que no les afecta. También están aquellos que se ponen nerviosos y tartamudean porque la situación les resulta incómoda. Hay de todo. Al final, todo depende de cómo fue la relación y especialmente si todo acabó bien o la cosa fue regular.

Les cuento todo este rollo porque he desarrollado una teoría que, tras un trabajo profundo de reflexión, he llamado la ‘Teoría del ex’. Supongo que ya saben por dónde voy. Me refiero a los sentimientos que tienen los jugadores al enfrentarse a sus exequipos. En el baloncesto de hoy en día, al menos en España, además de los debutantes en la Liga, creo que solo Navarro no tiene exequipo al cual enfrentarse (jugó en la NBA con Memphis Grizzlies).

El caso es que es un tema complicado excepto para aquellos que por una razón u otra no les afecta está situación. Para el resto no suele ser un partido más. A casi todos les gusta agradar, hacerlo bien delante del que fue su público o si se juega en casa, enseñarle a tus aficionados que aquí estás mejor. La mayoría de veces no es un sentimiento de revancha propiamente dicho, pero la verdad es que a todos les encanta jugar bien ante sus exequipos.

Después están los nervios lógicos del reencuentro, especialmente la primera vez que se vuelven a ver. En este caso, con mi regreso a Málaga a jugar, tengo un máster en acongoje. Estaba en Murcia y nos tocaba visitar el Carpena. Si ya era difícil volver a pisar ese pabellón, imagínense intentar estar concentrado y hacerlo bien tras la ovación inicial. No sé si lo recuerdan, pero yo sí. El resultado fue, además de una diferencia enorme en el marcador en contra de mi equipo, uno de mis peores partidos como profesional. Gracias. Lo intenté, intenté estar guapo pero no pude. Me vi superado por los sentimientos a pesar de que estuve preparando el reencuentro en mi cabeza a conciencia.

A no ser que el paso por un equipo concreto haya sido muy corto, a todos los jugadores les gusta mostrarse ante sus exequipos de la mejor manera posible. Allí te sueles reencontrar con compañeros y amigos y siempre gusta gustar.

Mirando el calendario y viendo los próximos partidos del Unicaja, habrá que echarle un ojo a James Gist por parte del Panathinaikos para el encuentro de Euroliga y a Christian Eyenga del lado de Fuenlabrada para la competición ACB. Ambos tienen pasado malagueño, así que fíjense si se han peinado bien y salen guapos al calentamiento.

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